Paga sexo una vez a la semana
¿Por qué lo hace?
¿Por que no puede enamorarse?
¿Fue una pose el feminismo?
¿Es posible que siga haciéndolo y nadie se entere?

Hola M.: Primero, no te avergüences, que la vergüenza es una energía negativa, tóxica, que, por otro lado, te puede dejar en evidencia y facilitar que los otros se enteren, y eso no puede ser. Te aconsejo que mantengas tu postura fuerte, de reina, ya que cuando pregunto ¿por qué lo haces? Porque sos empujada a esta acción incomprensible (puramente sensorial, placentera, lujuriosa empero absurdamente destructiva ¡para vos!) me sale como respuesta el arcano V, El Emperador, que necesita vanagloriarse de su poder terrenal, de la posición y el respeto que ganó y lo sólida que se ve su carrera. Frente a los más débiles lo suyo es el atropello por eso “te obliga” a comportarte como él siempre lo hace: desde la fuerza.

Pero no te castigues, que ésa no es la forma de transmutar. Te tocaba vivir esta experiencia, eso está claro por la carta del destino (que no pudiste evitarlo, hacerlo hubiera sido como desafiar a la ley de gravedad, en todo caso ¡imposible!), y parece que vas a tener las dosis necesarias de perdón divino, que te lo trae en las cartas el arcano de El Papa.

M. no es que no “puedas” enamorarte ahora no “querés” ni “podes” entregarle el control de tus emociones a nadie, necesitas tener todos tus fragmentos juntos y aunque quisieras una pareja no llegó ese amor.

Tu posición como feminista y lesbiana no es una pose, una postura superficial, al contrario tiene raíces tan hondas, que se extienden más allá de esta vida: cuando hago al tarot esta pregunta te muestra sosteniendo en una mano la lámpara de El Ermitaño que es considerada como un símbolo del conocimiento, una fuente de sabiduría que ofrecés a quienes te siguen, y aparte de todo la balanza de la justicia, que es una mujer con una exigencia de perfección tan fuerte que a veces puede ser un peligro. Te vendría bien perdonarte para bajar tu nivel de autoexigencia.

Aprovechá esta experiencia no para castigarte a vos, sino para castigarlos más bien a ellos (que suelen merecerlo, que gritan de gozo con un chirlo bien aplicado).

Resumiendo: finalmente todo es aprendizaje. Eso sí, manejate con mucho cuidado porque la única manera de conservar tus laureles públicos es evitar a quien te está mirando. La sabiduría que te sale con tanta insistencia te dirá la mejor forma.

Abrazo de luz
Fermina