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Viernes, 27 de marzo de 2009

MUESTRAS

Mucha tela para cortar

Desde la tapicería, la obra de la artista austríaco-alemana Silke –Los Arcanos En Seda– se hunde en la esencia y el saber ancestral para proponer el recorrido del autodescubrimiento.

 Por Guadalupe Treibel

Las hay esencialistas, plásticas, posmodernas. Las hay que trabajan materiales diversos, planos diversos, géneros diversos. Las hay consagradas y malditas o felices y consagradas. Las hay ignotas, con o sin ideario, con o sin mutación, con y sin consistencia. Las hay. Todas con el mismo (e inabarcable) rótulo: las hay artistas.

Y, como artista, la multidisciplinaria Silke encuentra las palabras que le sirven de definición (o búsqueda), que actúan como línea punteada para su mapa de ideas: textil, riqueza cromática, creatividad, antiguos conocimientos, espiritualidad, simbolismo... Esas son las caras que dan forma a la obra que la consagró once años atrás en el Museo de Arte Decorativo: Los Arcanos En Seda.

Con misma sede (y nuevo año), la muestra acaba de reinaugurarse como anticipo de lo que será la 5ª Bienal Internacional de Arte Textil. Y, sí, sigue tan colorida como siempre.

Silke dedicó siete años de su vida a los arcanos mayores, 22 figuras convertidas en 22 tapices de 140 x 200 centímetros, que reflejan los distintos estadios del hombre en el pasaje “evolutivo” que lo lleva de la unidad a la unidad, al descubrimiento pleno. ¿Cuál es cuál? Como en el tarot... 0: El Loco, 1: El Mago, 2: La Suma Sacerdotisa, 3: La Emperatriz, 4: El Emperador, 5: El Sumo Sacerdote, 6: Los Amantes, 7: El Carro, 8: La Fuerza, 9: El Ermitaño, 10: La Rueda de la Fortuna, 11: La Justicia, 12: El Colgado, 13: La Muerte, 14: La Templanza, 15: El Diablo, 16: La Torre, 17: La Estrella, 18: La Luna, 19: El Sol, 20: El Juicio, 21: El Mundo, El Universo.

Los arcanos serían, entonces, sabiduría milenaria que excede una o dos culturas. Es lo universal, lo arquetípico que ayuda a formular la gran pregunta gran: para qué se vive la vida.

La artista (que llegó a Argentina a los 6 años escapando de la miseria de la guerra y se quedó toda la vida) cree en las fases que revelan los antiguos conocimientos. Para ella, que jugaba con la tela que sobraba en el taller de confección de su madre, los símbolos milenarios hablan de una esencia humana y, desde esa fe espiritualista, su trabajo se convierte en trascendental. ¿Por qué? Porque decide hablar de lo Universal del hombre, de la Unidad en un período posmoderno donde las palabras con mayúscula dan miedo. “Para mí, el arte empieza a tener sentido cuando linda con lo sagrado”, explica Silke. Y abre el sentido...

¿Creés que el arte siempre es sagrado?

–Para mí, lo es. Pero no cualquier obra. Hay obras que no aparentan ser sagradas, pero mueven algo muy sutil y te abren un silencio. Ese es el aspecto que me interesa. Otras pueden ser más entretenimiento e iniciar el juego, lo infantil. Pero lo infantil también une al mundo.

¿Se puede separar la religión de lo espiritual?

–Depende de cada uno. Si ves la religión como lo que indica la etimología de la palabra (“de donde venimos”), vendría a ser una manera diferente de presentar lo mismo. En cambio, si la ves desde la ley dogmática de la Iglesia, difiere según la Iglesia en la que te movés.

¿La figura de los arcanos mayores que desarrollás en tu muestra está vinculada con una religión puntual?

–Para nada, atraviesa a todos. Está en el budismo, el tao, los egipcios, los hebreos... Está en el hombre y cada uno se encuentra en un punto, en un estadio. Los arcanos mayores son la esencia de nosotros y sirven para entender cuáles son los pasos que hay que atravesar en la vida. Y eso no hiere a ninguna religión.

En más de una oportunidad has mencionado “El camino del héroe”. ¿Te referías justamente a estos estadios que las personas deben atravesar?

–Exacto. El camino del héroe es preguntarse: “¿Por qué tenemos que pasar estas pruebas? ¿Para qué?”. Y analizar desde qué lugar las veo. Por ejemplo, si cometés un error y puteás, no sirve de nada; si aprendés de eso, sirve mucho. Esa es la diferencia. Por eso, los arcanos le enseñan algo a cada uno, porque marcan temas clave en nosotros. Por eso, cuando sale una persona de la muestra, trae siete nuevas. El tema es más actual que nunca.

Puede que sea actual pero, hoy en día, el arte no habla de grandes verdades. El posmodernismo dejó las palabras con mayúscula en desuso.

–Yo las uso porque a mí me interesa animar conciencias. Es un momento del mundo donde todos están asustados y hay que despertar recursos. Hay un gran grupo de gente que está en la búsqueda y los arquetipos ayudan a entender por qué nos pasa lo que nos pasa. Yo me hago las grandes preguntas y ofrezco búsquedas. No digo que dé contestaciones, pero doy pistas de simbolismos. Y eso es lindo, ¿no?

¿Serían pistas de simbolismos de las antiguas sabidurías?

–Claro. Yo busqué en las raíces y trabajé con el simbolismo, con el que tengo una comunicación clarísima. Por eso, sé que cuando en diferentes culturas hay similares conocimientos, no es que uno se los chusmeó al otro. Estaban en sintonía, recibieron ese saber.

¿Puntualmente cuál es el recorrido que planteás a partir de los arcanos mayores?

–Comienzo desde lo más infantil y termino con una imagen etérea. Empiezo con la energía total que todavía no ha sido vivida. Es el principio y el fin. La persona todavía no sabe quién es; es un comodín. Puede ir en cualquier dirección; no tiene huellas digitales. Cuando entra a la vida, aparecen dos personajes: el padre celestial y la madre celestial, que serían nuestras partes masculina y femenina celestiales, las energías que recibimos al nacer.

¿Y qué vendrían a simbolizar esas fuerzas masculina y femenina?

–La masculina (que es el uno) marca el claro camino, la lucidez de pensar, el rayo de luz directo; da la potencialidad de elegir un camino directo. La femenina (el dos) son los sueños, las sensibilidades, lo místico, lo que no se entiende; ninguna línea recta. Nos señala que el conocimiento existe y está en nuestro recorrido de la vida descubrirlo. En el tres, ya tenemos forma, cuerpo: es el nacer, parir, la procreación, la abundancia de la naturaleza hasta lo caótico, lo insoportable. Porque la naturaleza es así: un árbol lanza mil semillas y le importa un comino si nacen mil árboles; regala. Nosotros nacemos con mil posibilidades y sólo desarrollamos algunas. En el planeta Tierra vivimos el cuatro: la obligación, la materia, el orden, el sufrimiento, el cumplimiento. O sea, tenemos cuerpo y nos duele. Lo cierto es que, cuando entra el cuerpo, automáticamente aparece la dualidad Hombre/Mujer. Lo que nos enseñan los arcanos es que, al final, volvemos a la unidad interna. La pregunta es qué es lo que tenemos que atravesar para volver a ser uno con nosotros mismos.

¿O sea que la cuestión de género aparece en equilibrio?

–Lo femenino tiene la misma potencialidad que lo masculino porque todos tenemos de masculino como de femenino. La cuestión de género, por ejemplo, se ve en el ocho: La Fuerza, que alude a la enorme fuerza que tiene la mujer para mirar lo no resuelto. Habla de convivir con la animalidad domesticada, con sutileza, sensibilidad.

¿Y qué sería lo masculino?

–La lucha por sobrevivir, la necesidad de triunfar... Tiene todas sus energías puestas afuera y, si se lo mira de cerca, ni siquiera sabe quién es.

¿Con qué técnica trabajaste cada tapiz?

–Partí de la seda blanca, teñí todo, pinté todo. Durante la muestra, en la sala de cine, se expone un video para que la gente interesada vea la técnica. Realmente fue un trabajo chino...

Que te llevó siete años llevar a cabo...

–Sí. Y seguí estudiando sobre el tema. Finalmente hice el libro homónimo a la muestra, Los Arcanos en Seda, donde puse en palabras cómo los arquetipos nos tocan a todos.

Siempre has buscando presentar Los Arcanos En Seda de maneras originales y multidisciplinarias. Ha habido muestra con baile, canto, vestimenta especial inspirada en los tapices, instalaciones. ¿Cómo la preparaste en esta ocasión?

–Telas de araña colgadas por todo el museo, tres libros caminantes que salen a la calle, una sala donde se reproducen DVD sobre el simbolismo de la obra, la técnica... Y, además, una novedad: hay distintas visitas guiadas con diferentes caminos propuestos a cargo de Luz Zaldívar, Pepita Crouzel de Pasman, Katja Löhner, Regina Lamm y de mí misma. De todas formas, mi propuesta es que –primero– cada persona mire la obra plásticamente, que se deje sugerir y después elija un tipo de visita.

¿Desde qué áreas están propuestas las visitas guiadas?

–Desde el simbolismo y las diferentes etapas arquetípicas en la vida de una persona, desde la idea de inconsciente colectivo de Carl Gustav Jung, desde el eneagrama, desde lo astrológico y la numerología y desde los mitos.

Además de existir los mayores, también están los 56 arcanos menores. ¿Pensaste armar una muestra de arte textil en base a ellos?

–Lo pensé, pero nunca me atrajeron realmente. Son menos potentes y ya empecé con lo más fuerte.

¿Creés en las imágenes de los arcanos mayores como de predestinación, como en el tarot?

–El tarot nace de los arcanos. Yo, en cambio, me quedo en los arcanos. No hago predicción de futuro, ni me meto. Lo que sí hago es predicción de energía disponible, que sería saber qué te falta para estar mejor.

Otro concepto clave en tu obra es el de creatividad. Incluso has mencionado cierto poder curador de lo creativo, ¿es cierto?

–Todos somos creativos, lo cual no significa que toda obra creativa sea una obra de arte. Lo sanador es encontrar nuestros recursos, ser flexibles, imaginar, fantasear. Para eso, no hay que tener miedo al fracaso; hay que mandar a dormir al vigilante que tenemos dentro y jugar. Yo hago de puente gracias a unos talleres creativos que dicto, hago que vuelvan a imaginar, que sean canal y saquen el cerebro analítico. También trabajo mucho con el color, que activa las chacras (que son puntos energéticos) y eso genera que las glándulas trabajen mejor. Son autopruebas y visualizaciones guiadas con un mensaje: La creatividad es la libertad de ver las cosas desde otro lugar. Es más, ahora mismo estoy escribiendo un libro sobre el tema para que otros también enseñen, hagan de puente.

Respecto de la 5ª Bienal Internacional de Arte Textil de la que participás del team organizador. ¿Qué actividades han coordinado?

–Va a haber 26 muestras distribuidas en varios museos. La gran internacional será en el Palais de Glace e inaugurará el primero de abril con una muestra de vanguardia que pasó por un jurado internacional de primera línea. También va a haber un ciclo de conferencias con expertos de Londres, Canadá, etc. y un ciclo de talleres simultáneos. Incluso organizamos un viaje temático al norte de Argentina. ¡Va a haber de todo! Lo mío no pretende ser de vanguardia, pero soy fiel a lo que quiero transmitir: el simbolismo de las antiguas sabidurías.

O sea que el arte textil goza de buena salud...

–¡Va a estar la ciudad tomada! Con todo, la idea de arte textil es bastante joven. Recién en los ’70, surge el concepto. Soy una de las precursoras en Argentina. Fue un momento en el que decidimos usar la fibra textil para hacer creaciones de arte moderno, no el tapicito, tejidito... Hasta ese momento, no se usaba la potencialidad de la fibra y hoy tiene un revival muy fuerte. Cada vez más artistas usan materiales textiles sin llamarse artistas textiles. Es más, en este momento, en las grandes bienales, un tercio de las obras tiene materiales textiles en su propio lenguaje. Nosotros hicimos eso. Rescatar el material textil y hacerlo jugar en conceptos modernos.¤

Los Arcanos En Seda, de Silke, se puede visitar de martes a domingos de 14 a 19, en el Museo Nacional de Arte Decorativo, Av. del Libertador 1902. Entrada $2. Por informes para las visitas guiadas: www.silke.com.ar/Actualidad/Actualidad.htm

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