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“No seas Gil, a las mujeres se las respeta”, repartieron panfletos un grupo de integrantes de la Agrupación Juana Azurduy, el miércoles pasado, frente a la Legislatura mendocina. El diputado provincial del PJ Rogelio Gil había dicho que las cuestiones de género estaban superadas y que las nenas de 13 años se insinuaban en la calle. El diario Los Andes tildó de “diputado machista” a Gil, mientras que las manifestantes pidieron que el representante de los ciudadanos/as se retracte públicamente de sus declaraciones.

El 23 de septiembre, Día Internacional contra la Trata de Personas, Gil minimizó la violencia contra las mujeres y en plena sesión legislativa aseguró: “Las cosas no son tan como se dicen, ni tal tal, como se escuchan”. El pequeño Berlusconi mendocino afirmó: “Nos estamos quedando en cuestiones de género que ya están siendo superadas”, para contestarle a la diputada Gabriela Sánchez (también peronista) que había advertido: “La Organización Internacional del Trabajo estima que dos millones y medio de personas están siendo tratadas”. En la misma sesión, la fiscal Mirta Díaz subrayó: “En departamentos como Tupungato, Tunuyán o La Paz se denuncian, por mes, entre doscientos y trescientos casos de violencia, violaciones y abuso sexual”.

Después de escuchar estas denuncias, Gil subestimó una reciente violación a una estudiante, ocurrida en la localidad de Potrerillos, en el Día de la Primavera. “Esto que pasó en Potrerillos, tengo datos ciertos de un amigo que transportaba en minibuses (sic) y, en realidad, los que huían y se acomodaban al lado de conductor eran los varones. Estamos hablando que ahí había sexo femenino de 13 o más años de edad”, expresó en un lenguaje casi gutural que, sin embargo, le alcanzó para llevar su misoginia a una propuesta concreta: “Conformar un movimiento pro varonil”.

Pero, además, arremetió contra las adolescentes humildes que piden dinero en el centro de la ciudad de Mendoza. “La sobrevaloración del género femenino está ignorando algo que es evidente, real, que pasa aquí, en el Paseo Sarmiento, que nos paran pibas de 13, 14 o 15 años, con ciertas actitudes, pidiéndonos una ayuda para el ómnibus, etcétera. No es tan esquemática la situación”, alegó el legislador, prácticamente, justificando el abuso sexual de niñas o jóvenes humildes.

Sus declaraciones fueron repudiadas por Karina Ferraris, la delegada mendocina del Inadi, que remarcó: “Cuando las mujeres hablamos de democracia equitativa e igualitaria estamos diciendo que no queremos que haya subordinados, no queremos dominar a los hombres. Es falso que el machismo y el feminismo son lo mismo. El machismo implica dominación y lo mueve la violencia. El feminismo es una filosofía que ha permitido visibilizar a las mujeres en sus diferentes luchas”.

Mientras que la diputada nacional Cecilia Merchán repudió las declaraciones de Rogelio Gil. “Resultan inaceptables este tipo de expresiones machistas, misóginas y discriminatorias que buscan naturalizar el maltrato, la violencia y el asesinato de cientos de mujeres en nuestro país.”