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Van a la conquista de lugares abandonados y pedazos de tierra olvidados. Van con bombas de semillas. En esos pedazos de tierra nacerán nuevos huertos urbanos. En sus acciones articulan y unen diferentes expresiones, por eso Articultores puede ser tanto un adjetivo como un tipo de pensamiento en el que arte, alimentos y conocimiento van de la mano. Entre sus premisas figura fomentar las huertas y la forestación de pequeños o grandes espacios de tierra en la ciudad, el consumo de alimentos orgánicos, la elección de un software libre y el libre tránsito de las personas. Para eso producen acciones bien concretas: Guerrilla Huerta y Software libre. En cada ataque planeado por Guerrilla Huerta se despliega una acción lanzando bombas de semilla en puntos previamente localizados de la ciudad. Por otro lado, la invitación a mudar los programas de las computadores a sistemas operativos libres como Linux es la consigna para fomentar la participación en la construcción de ese software.

Un mapa disponible en la Web da cuenta de unos 60 objetivos distribuidos en la ciudad y localidades vecinas, desde diciembre último, momento en que Articultores comenzó sus ataques verdes.

Cada acción desplegada por Guerrilla Huerta implica marcar un objetivo de tierra para atacar y transformarlo en un espacio recuperado del abandono. Canteros, terrenos baldíos o playas de estacionamiento con maceteros abandonados pueden ser puntos en los que se disparen las bombas de semillas que consisten en una bolita de arcilla y tierra amasada que llevan “dormidas” las semillas –una creación del agricultor japonés Masanobu Fukuoka con el propósito de mejorar la producción de la naturaleza con la menor intervención posible del hombre–. Bahía Blanca, La Plata, Quilmes, Pergamino, Rosario, Córdoba y varios puntos de la Capital son algunos sitios en los que se empezó a trazar este camino articultor. Las bombas de semillas son lanzadas a cualquier pedazo de tierra, es una siembra libre de la que luego la naturaleza se encargará. Los ataques de Guerrilla Huerta son pensados a lo largo de la semana, mientras se viaja en colectivo, o caminando y mirando la ciudad. Se confecciona un listado de lugares propuestos y luego se comienza el recorrido una vez por semana, los miércoles. Los articultores piden permiso y trabajan con la gente del lugar. Desde diciembre de 2009 se hicieron más de 60 acciones con bombas de semillas y el mapa virtual del sitio www.articultores.net ya superó los doce mil visitantes. También se realiza un seguimiento fotográfico de los lugares para registrar el crecimiento de lo plantado. Los articultores ya observaron el crecimiento de huertitos en varias playas de estacionamiento de San Telmo al mismo tiempo de ser testigos de la espinaca que crece en el cantero de la vereda de la esquina de Defensa y Venezuela. Pero la actitud de sembrar no es para ir luego a cosechar. Se cultiva y se contagia la necesidad de cultivar. El que necesita lo cosecha, el que quiere mantiene los huertos, el que quiere los riega, y para quien quiera cosecharlos, ahí están. Ideas frescas, no contaminadas las de los articultores. Maíz, albahaca, pimientos, remolacha, porotos y tomates para un proyecto social que propone tener una mejor percepción del entorno y relacionarse mejor.

Huertas, software libre y arte, Articultores desarrolla también talleres libres y gratuitos. Por ejemplo, un trabajo que están realizando es el desarrollo en comunidad de un videojuego. Una obra colectiva multimedia que está basada en el videojuego Súper Mario. Así con el trabajo de diferentes artistas y especialistas el objetivo es plasmar una obra de desarrollo colectivo.

Hasta el 20 de abril en el Centro Cultural de España, Florida 943
Lunes a viernes de 10.30 a 20 / Sábados de 10.30 a 14.