RESISTENCIAS
Con la primera audiencia pública en la Comisión de Legislación Penal, el debate en torno del derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo se instaló en el ámbito legislativo y se convirtió en caja de resonancia para que también diversos medios pusieran el tema en agenda. Para muchas y muchos fue un día histórico que empezó a recoger años de lucha en las calles reclamando por la protección de la autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos, para que no se cuente ni una muerte más por aborto clandestino.
› Por Elisabet Contrera
“Un día histórico”, definió una voz anónima enfundada en un pañuelo verde. Coincidieron muchas voces más. Lo mismo pensó una joven con la consigna “Yo aborté” en el pecho. “Una jornada muy importante”, soltó otra militante, vestida de color violeta. A la misma conclusión llegaron un cuarentón que lucía un cartel con la leyenda “Aborto legal para no morir” y un pibe que en la puerta del Anexo de la Cámara de Diputados –al finalizar la reunión– seguía coreando a la par de sus compañeras los cánticos a favor de los derechos de las mujeres. Todas dijeron presente en el primer debate sobre despenalización del aborto que se dio en el Congreso de la Nación. Pusieron el cuerpo, acompañaron a las legisladoras, aplaudieron el inicio de la discusión y demostraron que son muchas –y muchos– las que no bajarán los brazos hasta que la interrupción voluntaria del embarazo sea ley.
Las militantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito coparon el martes pasado la sala con sus pañuelos verdes. Ese día se cumplió lo que tanto habían esperado y por lo cual habían reclamado: que el aborto, su despenalización, forme parte de la agenda de legisladores y legisladoras. Bajo esa consigna, una de las salas del segundo piso del anexo de la Cámara baja fue el escenario donde arrancó la discusión y Marianne Mollman, directiva de Human Rights Watch, fue la primera de las especialistas convocada por la Comisión de Legislación Penal para evaluar el tema.
Jacqueline Villegas siguió la charla detenidamente. Anotó cifras, comentarios y datos sobre jurisprudencia internacional (más material para defender su posición y rebatir la postura de los grupos conservadores). Integra el colectivo de mujeres Juana Azurduy, espacio que hace tiempo reclama por la interrupción voluntaria del embarazo. “Es un momento histórico”, resalta. “Se vienen presentando proyectos sobre despenalización del aborto desde la vuelta de la democracia y nunca se había discutido en ninguna de las comisiones de Diputados”, explica. “Es un primer gran avance para empezar el tratamiento del tema en serio”, remarca entusiasta.
Abrazos eternos, sonrisas, alegría sobraban en la sala parlamentaria. Gabriela Barcaglioni era una de las militantes más eufóricas por la jornada vivida. “Como decía una de las compañeras, es un día histórico. Desde que empecé a militar en el feminismo hace ya 20 años, éste era un tema que nos parecía que nunca íbamos a lograr, pero siempre le poníamos mucha energía, y estar hoy acá, y ver que somos muchas y que hubo mucho respeto por el pensamiento que no es como el nuestro, es muy importante”, afirma.
“La legalización del aborto hace a los derechos humanos de las mujeres y me parece si el debate se corre de ese lugar vamos perdidas”, advierte. “Acá no están en juego cuestiones religiosas, acá lo que pesa es el ejercicio de los derechos de las mujeres y hoy estamos frente a un problema de salud pública que debe solucionarse”, sostiene. De cara al año electoral de 2011, Gabriela prefiere obviar los temores a que no se retome el debate del aborto y mantener una actitud positiva: “Muchas veces escuché a Dora (Coledesky) que recordaba las épocas en las cuales no se podía hablar de aborto, que era considerado una mala palabra, pero hoy estamos más cerca de concretarlo”, destaca.
Tras el final de la audiencia pública, un grupo de militantes decidió seguir reclamando por el derecho a decidir en los alrededores del anexo. En ese grupo resonaba la voz de Gisela Santana, secretaria de ATE en la junta interna del INTI e integrante de la secretaria de género de la CTA. “Durante toda la audiencia tuve la piel de gallina”, confiesa. Los años de militancia y los nombres de las mujeres que quedaron atrás víctimas de la clandestinidad del aborto volvieron a su mente una y otra vez. “Me parece que es la primera vez que pudimos dar esta discusión en el Parlamento con la expectativa que se puede convertir en ley”, analiza. “Los derechos humanos son también para las humanas y hoy nos están dejando afuera”, considera. Pese a lo tardío del inicio del debate en el Congreso, Gisela guarda la esperanza de que la discusión se reinstale nuevamente el próximo año. “El 25 de noviembre (Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres) quedó demostrado que somos cada vez más mujeres, más varones, que reclamamos por el derecho al aborto”, sostiene. “Va a ser difícil, porque será una año electoral, pero las mujeres haremos fuerza para que salga”, concluye.
Nina Brugo es integrante de la Campaña y presidenta de la Comisión de Mujer de la Asociación de Abogados de la ciudad de Buenos Aires. Bajo una lluvia torrencial que empapó la ciudad, Nina continuó hasta último momento coreando las canciones a favor del derecho a decidir. “Es un día sumamente importante, porque un debate instalado y aceptado por la sociedad dejó ser clandestino en el Congreso”, remarca. “No es sólo una cuestión de salud pública sino de democracia, de promover mayor ciudadanía.”
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