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Un paseo matemático por el museo
Grupo Majungmul

¿Y si contamos?
Marie Houblon

La medicina no fue siempre así
Martín De Ambrosio e Ileana Lotersztain

No es lo mismo
Marie-Odile Fordacq y Franck Girard

Ediciones iamiqué

Lejos de ser un brebaje o un mal trago, las matemáticas son un delicado y atractivo elixir que puede saborearse en cualquier ocasión y sabrá acompañarnos en cualquiera de los recorridos que elijamos seguir, sí en cualquiera, aunque lo creamos imposible. Caprichos de una mirada maleducada que nos hizo creer que por un lado estaban los números y por otro el arte. Pensado para chicos a partir de los cinco años y dentro de la serie Matecuentos, acaba de publicarse Un paseo matemático por el museo, un sensible y entusiasta modo de relacionar matemática, simetría y pintura. Ante un cuadro de Kandinsky, ¿quién se resiste a encontrar la mayor cantidad de planos inclinados? Las propuestas se suceden ante cada uno de los cuadros de Picasso, Magritte y Léger entre otros, y como si tuviésemos a mano un centímetro dispuesto, los pequeños lectores saldrán a medir distancias en la página o en el espacio. ¿Se animará, entonces, el lector a dibujarse en tres dimensiones sólo con cubos y cilindros después de ver un cuadro de Fernand Léger? Fiel a su silueta husmeadora, la colección multiplica escenarios posibles. Lo mismo pasa con ¿Y si contamos?, otra de las novedades de iamiqué y que forma parte de la recién estrenada serie Descubridores (pensada para niños de más de cuatro años); su autora es Marie Houblon, una apasionada por la fotografía y coordinadora de talleres de escritura para chicos que trabajan a partir de la lectura de la imagen. Contar niños, parientes, animales y objetos que aparecen en diferentes fotografías es parte de la propuesta que una vez más busca demostrar que la suma y la resta no son sólo operaciones impuestas. Imágenes cotidianas del mundo que nos rodea (con fotos de diferentes ciudades) sirven como lo hace la maravillosa imagen de las siete sombrillas rojas y un paraguas azul, para regar las áridas relaciones numéricas y devolverles su cadencia, ya lo dijo Pitágoras, la música es matemática, al igual que la poesía. La medicina no fue siempre así (de la misma colección de El cine no fue siempre así, un librito ideal para recuperar en estos días tan Bafici y aprovechando que en el Baficito se exhibirán cortos realizados por chicos) cuenta cómo fue evolucionando la medicina, los cambios y los descubrimientos científicos que explican, por ejemplo, cómo desde los tiempos de la peste negra no siempre los que operaban eran médicos. Eran tiempos de magos y hechiceros, cuando los instrumentos quirúrgicos no eran otra cosa que tijeras en manos de peluqueros. Curar y morir a lo largo de la historia. “En cuarenta días nos vemos (si sigo vivo)” es un modo –que se agradece– de explicar de qué se trataba esa cuarentena de la peste bubónica. También aparece la lista de consejos que daba el Colegio de Medicina de París para evitar la peste negra: No cocinar con agua de lluvia, no moverse demasiado, evitar comidas húmedas, no usar aceite de oliva, encender el fuego con ramas de laurel, no enojarse ni emborracharse, permanecer en la casa durante la noche para evitar el rocío y, por supuesto, no bañarse. Pensado para chicos de más de ocho años, es un inventario ideal para descubrir y entender razones y costumbres de tiempos pasados. No es lo mismo, otra de las novedades con bellísimas imágenes de Berry, Cartier-Bresson y Hoepker juega con las palabras, su lugar habilidoso dentro del texto, su significado y sus opuestos, como si se tratara de un diccionario nuevo de sinónimos y antónimos, o mejor dicho un cuaderno propio y fotográfico que seguramente añorará ser parte de cualquier diccionario. Como la foto de las vacas en el campo y la otra, la de las vacas subiendo por la medianera de un edificio. Estar de perfil, estar de frente ¿es lo mismo?; lo posible y lo imposible, ¿es lo mismo? El juego sigue y como en todos los libros de iamiqué siempre hay una propuesta pero rápidamente la lectura se escapa y se vuelve privada y autónoma, méritos del catálogo.