HOMENAJE
Por la despedida en círculo
Por Coca Trillini *
Saber que no volveremos a sentir la mirada firme de Safina en el paisaje feminista, nos avisa Diana Staubli, genera una sensación de orfandad que nos obliga a recordar tramos de su historia y militancia. Por eso compartimos en distinta medida, desde distintas relaciones la tristeza, el dolor y el vacío. Aunque quisiera no soy yo quien puede hacer memoria de todo su recorrido vital, de los lugares por donde transitó, de sus amigas, sus escritos. Sólo intento aprovechar la oportunidad de recordar algunos momentos que compartí con ella y rendirle un homenaje desde Católicas por el Derecho a Decidir compartiendo algunas de las palabras de despedida que escribieron diversas mujeres para decir hasta luego a Safina Newbery.
Para quienes no saben de quién estamos hablando les decimos que nada más y nada menos que de una Mujer.
Una mujer feminista argentina que conocí hace cerca de quince años, quien me habló por primera vez de las Católicas por el Derecho a Decidir. Cuando hablar de teología desde el cuerpo sonaba casi a blasfemia, a ella la defensa por los derechos sexuales y reproductivos le dio sentido a la vida.
Me invitó a participar del Movimiento Mujer-Iglesia en Argentina llamado La Urdimbre de Aquehua, donde por primera vez escuché el relato de creación del pueblo toba. Desde la antropología nos habló sin cansancio de la Difunta Correa, sin saber que era una de las precursoras del ecofeminismo.
A estos lugares me llevó Safina y allí estoy junto a otras tratando de tejer, buscando y descubriendo hilos de sabidurías y creencias milenarias para dar a luz:
*La imagen y la acción de la mujer nueva:
sus sueños de liberación
su amor a la vida
sus afectos
su erotismo corporal
su capacidad mental y psíquica
su urgencia de participar plenamente
Estoy copiando de la tarjeta de presentación los objetivos de la Urdimbre y, mirando el diseño, la recuerdo a Safina con su remera color lila con la Diosa en el centro. Como parte de la Urdimbre, Safina estuvo presente cuando los Jardines Compartidos, espacios de espiritualidad ecofeminista, eran un sueño que se tejía en Chile. De esa época dicen Mary Judith Ress y las compañeras del colectivo Conspirando: Fue una de las ¿parteras? dando a luz a esta búsqueda por vivir nuestras sexualidades y espiritualidades de una manera coherente, abierta y sin culpas, recreando mitos, símbolos y haciendo nuevas conexiones.
Este año en marzo nos acompañó en la charla pública: “Salud reproductiva en la tradición católica feminista”. Allí hicimos memoria de quienes han construido el árbol genealógico de Católicas por el Derecho a Decidir en América Latina y públicamente le agradecimos ser la primera ¿rama? en la Argentina que nos permite sabernos de la familia de Sor Juana. La larga lucha terrenal de Safina Newbery por la justicia para las mujeres,
los pobres, los indígenas y todos los que son marginados ha concluido. Sus
contribuciones fueron muchas. Su solidaridad con los que lucharonejemplares. Siempre la recordaré en las calles, manifestándose por los
derechos reproductivos cada semana con un centelleo en sus ojos, una sonrisa en sus labios y palabras de gran fuerza y de sentido común. Ella tenía una mente brillante, con aquel centelleo en sus ojos se encendía la habitación cuando entraba. Ella era tenaz y no tenía ningún miedo al poderoso. Me compadezco del pobre Dios, quien ahora podrá oír de ella para toda la eternidad sobre sus defectos. Quizá su intervención directa frente a él conducirá a un mejor mundo para nosotras, quienes todavía luchamos. Desde el principio de los días de Catholics for a Free Choice, estuvo con
nosotras y todas en Catholics for a Free Choice y Católicas por el
Derecho a Decidir somos mejores y fuertes militantes gracias a ella. Cuenta Frances Kissling.
Les propongo, para esta despedida, cantar con la cadencia suave que da repetir como un mantra: “Somos un círculo dentro de un círculo sin principio y sin final”... y cantando Graciela Pujol siente que todas somos una y da gracias por la Vida de Safina. Debemos recuperar su historia, su lucha, su ejemplo para otras generaciones, dice Marta Alanis. Fue un símbolo del feminismo, con grandeza humana, dice Nina Brugo. Veo a Safina con muchas de las “chicas malas que están en todas partes”, Mabel Busaniche. Una grande en sabiduría y valiente rebeldía, Cristina Grela. A la líder espiritual, a la amiga, a la hermana el abrazo de Mary Hunt. Encenderé una vela en su memoria para decirle cuánto la sigo respetando y queriendo, Analía Bernardo. ¡Que la Diosa Oscura la reciba en sus brazos y la cobije en la profunda humedad de la tierra! Miriam Libertad.
Safina, hasta otra vuelta en el círculo, las Católicas de América latina.
* Por la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir.