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Cada vez son más los artistas que caen rendidos ante la musa Melpómene; la del canto primero, la de la tragedia, después. Para Carlos Casella, la respuesta a que él y varios artistas de artes escénicas complementen su actividad principal con el canto, o que finalmente esta última pase a ser la estrella en sus vidas, puede estar en la misma canción: “Yo la pienso como si fuera una escena completa: un texto con principio, desarrollo y final. La música y sus letras funcionan como un entorno que te sitúa en una poética. Resulta entonces muy tentador entrar en esa dimensión donde la palabra sobre la música tiene una inmensa potencia y sensibilidad. Además, la llegada al espectador es muy directa. Creo que es un viaje al que pocos artistas pueden resistirse”.

Si bien Carlos Casella es muy conocido como bailarín y coreógrafo del grupo El Descueve, su carrera como cantante data de los años ’80, cuando lideraba en voz al grupo Modelo Blanco. A lo largo de estos años también se lo supo ver armando bellos dúos junto a Mabel Salerno, Sandra Bailac o Anita Alvarez. Tal vez sea ésta la razón que lo lleve a decir que siempre estuvo al lado de mujeres o cantando canciones de grandes mujeres y tal vez sea ésta la ocasión que lo lleve a nombrar su espectáculo ¡Babooshka! Canciones de mujer. Pero este vínculo nació en su infancia: “Siempre me interesó y me resultó atractivo el repertorio femenino. Desde pequeño canté canciones de mujeres con mis hermanas: a tres voces entonábamos a Marilina Ross, María Rosa Yorio o Sandra Mihanovich. Ya en mi carrera en El Descueve como en otras obras, siempre elegí perlas de grandes mujeres para reversionar como ‘En tu pelo’, de Lía Crucet, en Hermosura; ‘I will allways love you’, de Whitney Houston, o ‘Con el diablo en tu cuerpo’, de La Lupe, en Sucio. Es por esto que cantar una canción de mujer me resulta absolutamente propio.”

El show que presenta en el Maipo Kabaret incluye un repertorio de quince canciones de mujeres y “Babooshka!” es el nombre de una bella canción de Kate Bush: “El uso de escasos recursos y su video desopilante fue muy inspirador a la hora de montar el espectáculo”. Rocío Durcal, Ramona Galarza, Olga Guillot, Libertad Lamarque, Gloria Trevi y Lía Crucet son algunas de estas féminas que Casella reversiona con arreglos de Alejandro Terán y una banda que incluye piano, contrabajo, percusión y violín. Con una sugerente performance interpretativa dota de vibrante y acalorada interpretación y mucho humor estas bellas canciones. El vestuario es la marca del show ya que cada canción tiene un momento particular con la ropa: se desarma, se transforma así como también transforma al mismo Casella. “Para cuando llegue ‘Todos me miran’, de Gloria Trevi, o ‘India’, de Galarza, ya no me podré sujetar adentro de la ropa y me verás en musculosa empapada...”, dice el cantante, garantizando su osadía en un espectáculo que disfrutan tanto hombres como mujeres. Es que el coreógrafo justamente juega con la ambigüedad de lo femenino y lo masculino con sutileza. “Las historias que cuentan las canciones, por lo general, son historias de amor, de amores quebrados. En algunos casos abriendo una emoción enorme y en otras un inmenso sentido del humor.” Es en este punto donde se suma Alejandra Radano como invitada permanente: “Es la presencia femenina con una gran fuerza masculina”. Su incursión en Babooshka! hace subir la tensión y el momento de sus monólogos de Juan Verdaguer en contrapunto con la delicadeza de Casella son impecables.

Además de su trabajo como intérprete se puede adquirir su disco de canciones y si el deseo es ver su labor como coreógrafo no hay que desesperarse, ya que junto a Gustavo Lesgart montará Zeppelin para el Primer Programa del Ballet del Teatro General San Martín. Además, prepara con Alejandra Radano Sputza! (Réquiem para dos ataúdes). Por lo visto, hay Casella para rato.

¡Babooshka! se presenta los miércoles a las 21.30 y los viernes a las 23.30 en el teatro Maipo Kabaret. Esmeralda 443. 4322-4882/823. Entradas desde $100.