1. ¿De qué se trata su proyecto en construcción?

–Almacén de Lou es un emprendimiento de artículos encuadernados, hechos a mano, que ya lleva 4 años. La página web funciona como única casa y vidriera, ya que la reserva del producto se pacta online, y luego, sí, se retira por el taller. Hago todo sola y a mano, desde la idea hasta la hechura, pasando por la comunicación y la difusión. También cuento con la ayuda de artistas y emprendedores amigos, que me asesoran y complementan si lo necesito. Todo arrancó en 2008, para superar la sensación de que no era hábil y también para callar la cabeza, empecé a tomar cursos de diferentes técnicas, como origami, costura y encuadernación. Primero fue un hobby, y un año después (ya autoconvencida de que, sí, era hábil nomás) me animé a renunciar a un sueldo fijo para dedicarme full-life a hacer cosas con las manos. Soy una fetichista de los colores y sus combinaciones, y confío mucho en mi intuición.

2. ¿Cuál es el interés que merece?

–La particularidad de la propuesta es que sea tan personalizada que no maneja stock (saco los productos por tandas que demoran semanas entre sí). Para mi sorpresa, la gente aprendió a esperar por un cuaderno, y creo que es porque saben que es único. Creo que hay una necesidad de hacerse de cosas que se puedan conservar, que tengan un valor en sí. Por eso hay una revaloración de lo “vintage” y un abandono de lo descartable y serial. También creo que el hecho de que la comunicación sea tan directa es un plus: de la idea en mi cabeza al producto terminado y entregado estoy sólo yo. Es como ir a un local y que te atienda el dueño, sepa tu nombre, charles un rato en el mostrador. Aggiornado a lo virtual y a las redes sociales, eso es posible: un Almacén remite a un lugar de encuentro a escala humana.

3. Si fuera un producto,

¿cuál sería su slogan? –El tiempo del papel.