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Con zapatos denominados Saint Germain, Trocadero, Solférino, Rivoli, Saint Honoré, Lecourbe, Pigalle y Vaugirard, el imaginario de las calles de París irrumpió tanto en los diseños como en el disparador de las campañas de dos eximias zapateras.

La francesa Sylvie Geronimi presentó su colección otoño-invierno 2013 llamada “Les Rues de Paris”, inspirada en las mujeres que transitan esas calles y veredas de la Ciudad Luz. Desde su local situado en Guido 1555, que conserva vidrios oscuros tan característicos de fines de los años ’70 y que lucen en sintonía con las cajas negras para acarrear los zapatos, una serie de taburetes se lucían remozados con sutiles guiños a la estética de los clubes disco. Corresponde destacar que Geronimi se radicó en la Argentina en 1990 y luego de formarse en la Ecole de la Chambre Syndicale de la Haute Couture Parisienne asistió a clases de zapatería del Instituto San Crispin de Buenos Aires, una combinación que le permitió instaurarse como zapatera a medida tanto para situaciones de alta costura como de teatro y del rock (aunque también hizo zapatos para monjas). Mientras alista una bandeja con croissants para el desayuno, agrega a su pequeña colección de zapatitos en miniatura que aluden a la historia del calzado –de Roger Vivier a Salvatore Ferragamo– un nuevo souvenir de temática fetichista: una guillermina roja consagrada a portar cinta scotch que su madre le trajo de París. Luego confesará que una de sus clientas favoritas fue María Elena Walsh, quien iba a tomarse medidas en el taller ad hoc de Geronimi situado en Plaza Italia y que tenía devoción por las guillerminas y por un modelo derivado de un zapato desarrollado en colaboración con la artista Liliana Porter, en ocasión de una muestra en la galería Art House. Cuenta también que con frecuencia la recuerda, mientras musicaliza los días de Nina, su hija bebé, con las canciones de Walsh. Como explicará Sylvie acerca de su modus operandi: “Siempre intento darles a mis clientas la libertad de encontrar en mi colección su propio estilo y no imponerles un estereotipo de mujer”. De ahí que sus colecciones hacen lugar tanto a la punta redonda como a la cuadrada, a las plataformas, el taco cuadrado y el stiletto. La tienda zapatera de Sylvie exhibe en la vidriera una puesta para la ocasión, con reversiones de la estampa pied de poul, y que funciona como correlato de algunos de los modelos más actuales. Cautiva además su reversión del zapatito de ballerina con tacos, realizado hace varias temporadas, y que compone un hit, así como también los zapatos bordados. En simultáneo con su labor a medida y para clientas, desarrolla zapatos para pasarelas: así como sus diseños cautivaron y acompañaron muchas de las temporadas de Tramando, también hace zapatos para Cora Groppo, Fabián Zitta y las marcas Class Life y María Vázquez.

En su tienda de Palermo, y mediante un desayuno casi bucólico en su vereda de Armenia 1600, la firma De María presentó su colección de invierno inspirada en la sofisticación francesa y regida por el uso de gamuzas, charoles, cueros grabados y terciopelos en tonos azul marino, bordó y negro, en un hipotético top three, aunque luego sumó variaciones sobre el color suela, tostados y verde inglés. Si bien las ballerinas y sin taco son un rasgo esencial de la firma ideada por María Conorti (quien creció en el contexto de una familia vinculada con la zapatería y en su cadena de proyectos admite Petite, una pequeña tienda de calzados para niñas que emula los modelos de sus madres), entre los hits de la temporada sugiere el uso de botas de caña corta y abotinados, así como también las carteras pochette, las bolsas tote y los baúles. Las modelos que recorrían las dos plantas y la vereda del pequeño y elegante local daban fe de sus nuevos artilugios. Volviendo al imaginario parisino, destaca Conorti la construcción de imágenes emulando rincones de París que desarrolló junto a la modelo puertorriqueña devenida fotógrafa Astrid Muñoz, y quien colaboró con las firmas Chanel y Etam París, así como también con la revista Vogue. La campaña en cuestión construyó un relato visual situado en calles de Recoleta, un café y una Vespa. Las modelos acompañaron los zapatos con el uso de trenchs de cuero y sombreros.

Más info:
zapatosdemaria.com
sylviegeronimi.com