Sentarse, pararse, gritar, abrazarse, llorar, festejar, penar, cantar, gozar. El Mundial de Fútbol de Brasil 2014 dejó a la Argentina entre los dos países con mejor fútbol del mundo. Y con un protagonismo colectivo de mujeres como hinchas. Pero ahora se puede empezar a jugar otro partido para que, además de ver y alentar, las mujeres puedan jugar y disfrutar. Hay muchas deudas e ideas pendientes: la profesionalización del fútbol femenino para que las jugadoras puedan vivir de su profesión y no dejar de vivir para entrenar, las cuotas en las comisiones directivas de los clubes (como propuso el abogado César Francis en San Lorenzo), la implementación de un cupo en clubes y universidades (como la norma título nueve que funciona en Estados Unidos y que promovió este deporte femenino), el vía libre para que las nenas jueguen en los recreos y en las clases de educación física y la promoción del fútbol con perspectiva de género para prevenir la violencia y los embarazos no buscados, como experimenta la directora técnica (DT) Mónica Santino en la Villa 31 y el Centro Municipal de la Mujer de Vicente López.

En ese sentido, la Subsecretaría de Promoción de Derechos Humanos de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación está desarrollando el proyecto “Torneo Relámpago Fútbol para Todas” en todo el territorio nacional, que se lleva adelante a través de jornadas en donde se realizan talleres sobre prevención de la violencia hacia las mujeres, derechos humanos de las personas migrantes, lucha contra la trata de personas y derechos sexuales y reproductivos. El 30 de agosto se va a disputar el tercer torneo en Resistencia-Chaco con el nombre de la madre de Plaza de Mayo “Noemí Esther Gianotti de Molfino”, que fue secuestrada el 12 de junio de 1980 en Perú y apareció muerta, en Madrid, un mes más tarde.