Mucho trabajo y Furor para este colectivo de mujeres artistas que nació a partir de la experiencia compartida como integrantes de la Escuela de Proyectos Artísticos Contemporáneos (EPA) de la galería Arte x Arte durante 2012 y 2013. Con ese nombre que describe el momento de mayor intensidad de algo, y con la vehemencia del entusiasmo puesto en juego llevaron adelante un proyecto en común. El sello que las representa es la autogestión como forma de defender y enriquecer el desarrollo grupal e individual. Se convocaron para exhibir y hacer circular sus obras, y para pensar la generación de posibilidades en un contexto periférico del mercado del arte. En cada proceso creativo que emprende cada una compone una obra pensada en función del tópico y del espacio elegido para exponer. Ellas son Florencia Alvarez, Magda Arnaud, Iris Barrera, Laila Calantzopoulos, Las Carpinteras, Guada M. Cerati, Victoria Eidelsztein, Yanina García, Ana Paula Gambaro, Huilen Peña, Vero Meyer, Fer Molina, Cristina Portela, Julim Rosa, Cecilia Soldano, Rocío Valdez, María Laura Vázquez y Nélida Olguín Frontini. Se dividen en equipos que atienden los temas referentes a la producción, curaduría, montaje, registro y diseño. También proponen la autocuraduría. Buscan un diálogo cuyo punto de partida surge de un disparador emitido al comienzo del proceso y que trabajan hasta el último día de montaje. En ese momento, aquel primer discurso aparecerá potenciado. Las sostiene un tejido de interrelaciones cuya trama anuda las obras que elaboran y piensan para cada lugar. En este caso, el nombre de la muestra que inauguraron en Panal 361 –un edificio que reúne talleres y estudios de artistas– es Grieta. Una palabra a partir de la cual se delineó el guión de la exposición y desde la que se desplegaron distintas formas artísticas. Objetos, dibujos, fotografías, pinturas, instalaciones y videoinstalaciones. Tres obras a modo de ejemplo. Julim Rosa con Colita Full para llenar tu corazón recopila los llamados recibidos durante 48 horas a un número telefónico impreso en un volante de oferta sexual. La artista se camufla e interviene en esa grieta del sistema que se manifiesta como expresión oculta y a la vez común en las calles de Buenos Aires. Histeria, de Laila Calantzopoulos, propone enfrentar a espectadores con la orfandad del deseo sostenida por la insatisfacción permanente. En esa distancia entre el deseo y la posibilidad se gesta la grieta. La instalación consiste en una hamaca de vidrio que cuelga desde el techo. La pieza de María Laura Vázquez se enfoca en el análisis del arquetipo de mujer representada en los medios masivos de comunicación y en la publicidad donde se ponen en juego arquetipos estereotipados sobre la belleza, la conducta y las formas de lo femenino. Para eso se apropia de un corto publicitario de la marca cosmética Avon, Mujeres que inspiran, y desarrolla una pieza audiovisual con imágenes que remiten al territorio de lo femenino y las transformaciones a través de la ironía.

Esta es la quinta muestra que arman con Furor; no buscan el circuito convencional del arte. “Grieta nace porque el arte se filtra cuando el mercado no da respuesta”, dice Vázquez. En ese espacio vacío, o en esa fisura ellas aparecen y son protagonistas. El valor agregado de todo trabajo grupal se dibuja en el acompañamiento que se ofrecen como colectivo. Un ejercicio de celebración en donde nada pasa inadvertido y cada obra emana con una potencia feroz. Ellas se guían, dialogan sobre sus obras y los procesos de creación, potencian sus habilidades, debaten y tejen redes de contactos. Construyen una manera de amplificar las posibilidades de mostrar sus producciones. Y eso se siente. Hay un latido, un movimiento compartido, un sabor conocido que fue cocinado entre todas. Ellas son Furor. Una oportunidad para defender las condiciones de creación.

Grieta. En Panal, Jean Jaurés 361. Hasta el 2 de septiembre.