Este libro llegó a las manos de la mismísima Tori Amos. Lo contó en la presentación Maxcel, amigo de los editores, que fue quien se lo dio. El chico se mostró tan emocionado con su relato que parecía recién salido de una experiencia sobrenatural. Es que algo de lo sobrenatural tuvo que haber intervenido para que esta antología basada en las canciones de Tori, de hechura artesanal y de tirada corta en la que reúnen sus obras cerca de 30 poetas y artistas plásticxs argentinxs, haya logrado hacer todo ese recorrido hasta llegar a su musa. Esta diosa norteamericana de la canción de los ’90 se mostró muy cordial y recibió de buena gana Exit 75 –así se llama la antología–, según contó el conmovido emisario. Maxcel y Germán tradujeron especialmente para ella estos poemas, en su mayoría escritos por mujeres jóvenes que crecieron al amparo de sus canciones. “Lánguidamente engalanada, la dama de hielo tiene el fuego en el pelo. Habita un paisaje submarino, subterráneo, inconsciente. Allí evoca y moderniza a nuestra Kate Bush interior. Cantamos en un balconcito instalado entre el corazón (la teta izquierda), y el ombligo. Nadie nos ve ese balcón, a nadie se lo mostraríamos, pero allí está. Usualmente escuchamos a Tori, a solas”, dice Romina Freschi en el prólogo a la antología, que lleva por nombre “Pequeños terremotos, el lugar de la tragedia personal”. Título que, para quienes conocemos la historia de Tori Amos, no es nada aleatorio: no fue otra cosa más que la tragedia la que hizo componer “Me and a gun”, la canción a capella en la que relata una violación sufrida por ella a finales de los ’80. El tema fue incluido en el álbum de 1992 Little Earthquakes que, como compensación del destino, la catapultó a la fama. Desde entonces, no ha hecho más que cosechar devotos aquí y allá, como es el caso de Germán Weissi, Alejandro Parrilla y Laura Mazzini, de quienes estuvo a cargo esta edición (como lo estuvo también la antología anterior inspirada en canciones de Madonna) que, además, fue hecha todita con sus propias manos, desde la tapa y contratapa, a las fotos pegadas con Plasticola o el anillado rojo como el pelo de Tori. Por las 80 páginas de Exit 75 desfilan nombres resonantes de la nueva poesía argentina, como Verónica Pérez Arango, Adriana Kogan, Laura Arnés, Clara Beter, Andi Nachón, entre otrxs, y obras plásticas de Daniel Zárate, Martín Villagarcía, Mariel Bas y más. A cada autor/a le ha sido asignada una canción a partir de la cual componer la obra original a ser incluida en la antología y la playlist está detallada al final. A Clara Beter, por ejemplo, le tocó “Sólo si te gusta el baile” y su poema, lejos de ser liviano como se espera por el título, arranca contundente y pateador: “Hay que ser un buen soldado/ para patear el vientre./ Cortar con esa cadena de favores/ que te inocula el veneno/ y disparar/ contra esa ahuecada forma de plata/ como un cerrojo”, dice. Laura Arnés, en cambio, explora con “Tritón” un registro lúdico que apuesta a los recursos: “Ambicioso quiere (con manos de alga) abrir la noche, ganarle al tiempo (mis ojos, mascarones de proa, ven cómo se ralentiza y acelera), su voz es lo que no promete (lo que su culo no paga su boca no dice)”. “Sólo una cuestión de oído”, el poema escrito por Andi Nachon para Exit 75 conmueve por su delicadeza, por el despliegue, como siempre, de una sensibilidad que desborda: “Quién de mí habría dicho este poder/ sanador con un beso// rozo tu rodilla, limpio/ dolor o la idea/ firme del dolor. Y al fin de cuentas, da igual/ no hay diferencias. Julio en su esplendor/ firme te proteja, reina mía, protectora/ vamos de la mano hacia ello que desborda”.

La apuesta editorial de Weissi y Mazzini sigue un camino bien definido que comenzó años atrás con Proveedora de droga, el sello donde han sido publicadas manualmente numerosas plaquetes de poetas argentinas, en su mayoría mujeres. Con esta colección que rinde tributo a las divas del pop y que incluye también a poetas y artistas hombres, estos editores varían su espectro, pero sin abandonar su personalidad descontracturada y su fidelidad a una autonomía que les permite hacer las cosas cuándo y cómo se les da la gana.