“Mientras me llevan a una cárcel rural, un rancho podrido lleno de presas con miedo, veo un camión lleno de ovejas. Las ovejas van en silencio. Yo voy en silencio. Corderos al matadero”, dice, y se dice, Medea del Olimar. Esta Medea del siglo XXI ha ahorcado a su hija de seis años, Milagros. Luego, intentó suicidarse, según confirman distintos periódicos de Cerro Chato, Uruguay. La conmoción y el odio hacia esta madre crecen, mientras, puertas adentro, logramos, de a poco, conocer el caos de sentimientos y pensamientos que conviven dentro de ella.

La dramaturga, docente y directora teatral oriunda de Montevideo, Mariana Percovich (1963), es la creadora de esta obra, una de las que componen la trilogía griega junto a Yocasta y Clitemnestra, y que participa del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América, bajo la dirección del argentino Román Podolsky (Lic. en Ciencias de la Educación, director de teatro y dramaturgo, docente responsable del Proyecto de Graduación de la Licenciatura en Dirección del IUNA). Este proyecto, creado junto a Eunic, “busca ampliar el campo de trabajo entrelazando distintos modos de hacer y de percibir a fin de fomentar un nuevo entramado para la creación”, según aclaran los organizadores. Y, para Percovich, quien tiene un gran vínculo con el teatro local: “El desafío es la propia confrontación y el estar dispuesto a ‘escuchar’. Confrontar con la platea porteña, a la que sé exigente y en cuanto a la experiencia de que la dirija otro, siempre considero que es como entregar una parte de una, se queda un poco desnuda, pero luego de la entrega ya está, no hay reclamo posible”.

La resignificación de la mítica Medea, más cercana a la representada por Eurípides, es acentuada en la referencia directa al caso, desde las distintas versiones recabadas en la prensa local. Pero más allá de los debates que abre, ficción mediante, las luces se posan sobre esta madre, que pese a todo, se siente atormentada y animalizada. “A mí me gustan los casos reales, los colecciono. Especialmente historias de mujeres. Y al enterarme de lo sucedido en Cerro Chato, pueblo con triple frontera, a su vez, primer lugar en el que la mujer votó en Uruguay, los lectores pidiendo la pena de muerte para la madre, todo me impactó. Además, era extraño por cómo estaba narrado por la prensa: ‘una mujer que mata a su hija y se va a tomar mate con su vecina, y entre mate y mate le dice: maté a la Milagros’. Entonces reuní información, viajé al interior a entrevistarme con las partes del caso. Era una época de sequía feroz, veía las vacas muertas en el camino, esas mujeres del campo...” Desde la voz de una inmigrante en Te Casarás en América, a una maestra parricida en el Uruguay del ’35 con Extraviada, Mariana ha sabido darle lugar a las voces de mujeres: “Hubo siglos de personajes femeninos escritos y pensados por hombres. Las actrices necesitan personajes escritos por mujeres y también en la dirección. Es otra construcción. Medea es un fantasma masculino. Siempre se resalta a la madre que mata a sus hijxs y escasea el intento de entenderlas. Hay razones profundas para que una madre haga lo que la Medea del Olimar hizo en la realidad, yo no la juzgo, simplemente le doy voz”.

Medea del Olimar. Domingo 30 de noviembre, a las 20. El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Tel.: 4862-0655. Web: elcamarindelasmusas.com Entrada: $ 50.

Más info: festivaldramaturgia.com.ar