“La semana pasada, una publicación de MercadoLibre en su edición brasileña, difundió un aviso que presentaba a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en ropa interior, con las piernas abiertas, violada por un surtidor de combustible, en una mezcla de goce y rechazo. Una muestra feroz de mal gusto, violencia simbólica y mediática. Repudiamos este tratamiento denigratorio de la jefa de Estado de Brasil y nos solidarizamos con ella. Entendemos claramente que éste es un mensaje promotor de la violencia contra todas las mujeres”, sostiene Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA. “No es casualidad que el Cono Sur sea la subregión que cuenta con la mayor cantidad de presidentas mujeres: Cristina Fernández, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet. En nuestros países se avanzó también significativamente en el reconocimiento y la sanción de legislaciones que aportan para dimensionar la violencia de género como una problemática social y una violación de los derechos humanos de las mujeres”, puntualizó Díaz.
El magnate Donald Trump pretende llegar a la presidencia norteamericana a través del Partido Republicano y, en su carrera electoral, asimiló a la inmigración latina con la violencia sexual. “México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (...). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos.” Trump es, además, dueño de la organización Miss Universo. Pero cuando las chicas quieren decir algo más que pronunciarse por la paz en el mundo las manda callar. La actual Miss Universo Paulina Vega criticó sus declaraciones por injustas e hirientes y él la calificó de “hipócrita” por no renunciar a los acuerdos laborales de ese título.
A la actual ministra de Relaciones Exteriores de Suecia, Margot Wallström, le preguntaron, en octubre del 2014, cómo sería su política exterior. Y ella no dudó en la respuesta: “feminista”. “La política exterior feminista busca asegurar los derechos y la participación de la mujer en el proceso de toma de decisiones centrales, incluyendo las negociaciones de paz. No es sólo un asunto de equidad de género, sino también de desarrollo humano y de seguridad. Es una manera de alcanzar sociedades mejores y más sustentables”, le dijo a BBC Mundo Eric Sundström, asesor político de la ministra Wallström. Y la base está en la triple R: respeto por los derechos, representación y recursos.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux