Se nota que son amigxs y que disfrutan de lo que hacen, y algo de esa energía salta la pantalla en los dedos juntos formando un pico, el del pollito, para contagiar el ritmo. Lo de Pim Pau es un derroche de belleza al servicio de que lxs chicxs se muevan, salten, aplaudan y se queden con la mandíbula flotante mientras repiten los mantras de la banda. Su primer video, La mascota, fue subido a su canal de YouTube en abril del año pasado y ya tiene 200 mil visitas, a fuerza de viralización espontánea. Para empezar eligieron un clásico popular y lo transformaron al son de una cumbia y una coreografía fácil de seguir pero imposible para ese plano casi secuencia que los tiene tres minutos híper concentrados. Viaje a la plaza, el segundo video, es un cuento-canción hecho con fotos. “Queríamos proponer un viaje fantástico en relación a todas las cosas que pueden ocurrir cuando vamos a la plaza y usamos la imaginación como principal juguete”, cuentan a Las12. El estribillo “estamos todos felices” es tan pegadizo como la imagen stop motion de los tres nadando en texturas que se inflan y cambian de color con furia hipnótica. Es que algo de rock tiene Pim Pau sin ser necesariamente una banda con instrumentos ni acordes eléctricos: son un trío que regala magia sin forzar nada y obliga al cuerpo a moverse aunque no se puedan seguir sus pasos. El último video, Tucumpá, recién salido del horno, “es un juego de percusión corporal, que acompaña una canción creada a través de onomatopeyas, sobre una base de ritmo brasileño”, dicen.

Pero yendo a la génesis, Pim Pau TV es un proyecto que nace del encuentro de cinco artistas multifacéticos, productores de video independientes (Juan Dalessandro y Pablo Genovesio) y el grupo formado por Lucho Milocco (músico, compositor y docente), Eva Harvez (bailarina, coreógrafa y docente) y Cássio Carvalho (artista visual, compositor, docente y también productor) para pensar material artístico y pedagógico en formato audiovisual. Lucho, Eva y Cássio se conocieron en 2011 ejerciendo la docencia en Risas de la Tierra, donde se hicieron amigxs y empezaron a pensar juntxs canciones, juegos y actividades de musicalización y expresión creativa. Ya en Risas de la Tierra la propuesta se desmarca del formato tradicional infantil que se enuncia un tono más arriba (como si hubiera que gritar siempre para hablarles a los chicxs) para proponer otro modo de entretenimiento, sin estridencias ni modos chillones, que el público sub 10 parece estar eligiendo en el formato on demand que caracteriza a su generación. Ya no hay que esperar el horario del programa favorito de la tele sino prender la compu y elegir el contenido a cualquier hora del día. Ese cambio de plataforma abre un nuevo panorama, ya que la web cada vez sectoriza más los gustos y los agrupa de tal modo que cuando termina un video el que sigue es de un tipo de contenido afín. Es así como Pim Pau se emparienta con Dúo Karma, Música para soñar de Pakapaka o las mismas propuestas de Magdalena Fleitas desde su taller musical, espacio donde Cassio, Eva y Lucho empezaron a dar forma a su proyecto propio.

“El nombre Pim Pau se desprende del estribillo de una de las primeras canciones que hicimos juntos. Decidimos tomar esas dos onomatopeyas Pim Pau, como un concepto general que atraviesa nuestro trabajo, donde la palabra es juego, la música juguete y el cuerpo instrumento”, explican sobre el nombre y definen su iniciativa como una invitación a jugar a través del arte y a aprender a través del juego. Ahora mismo están terminando una nueva serie de videos con distintos lenguajes y propuestas. “En algunos participan alumnos del taller de musicalización y expresión creativa. También estamos en la preproducción de un nuevo material, buscando apoyos culturales y eligiendo formas de financiarlo. Queremos reunir los distintos lenguajes que utilizamos en un nuevo material multimedia que los integre.”

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