COSAS VEREDES
Cantidad de venideras biopics sobre mujeres fuertes marcan una nueva tendencia hollywoodense por visibilizar biografías valiosas.
› Por Guadalupe Treibel
Que en el pasado –más y menos inmediato– se han realizado biopics sobre damas ejemplares no hay quien lo discuta. Sin más, a fines del año pasado, celebrando el 40 aniversario de la ley que reconoció en Francia el derecho al aborto, el país francoparlante estrenó La Loi, sobre los tres intensos días vividos por la entonces ministra de Salud Simone Veil, y el voto a voto que acabó con la sanción de la mentada “Ley Veil”. Ya atrás en el tiempo, está la estupenda labor de Meryl Streep al retratar a la estupenda Karen Blixen, baronesa devenida en “hermana leona” de Africa Mía. En fin, dramatizaciones biográficas, hoy vedettes de ocasión, en tanto ¡cantidad! de venideros proyectos advierten cierta tendencia o moda en Hollywood: la de contar vida y obra de mujeres valiosas. Tal como enuncia el diario El País, finalmente “asistimos a una oleada de películas pendientes de estreno para ensalzar la figura de mujeres que hicieron historia rebelándose contra el machismo y el sexismo. Sufragistas, feministas, aventureras, activistas...”. El adelanto, sorprendentemente, es notable. ¡Punto para Hollywood! Aunque, hasta que no se reivindique más hondamente, no le otorgamos el set. A saber...
On the basis of sex, estelarizada por Natalie Portman, contará la historia de la gran Ruth Bader Ginsburg, segunda mujer en alcanzar el puesto de jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos, tras una carrera marcada por perseverancia y por convicciones que incluyen la defensa de los derechos de la mujer, el derecho al aborto, el apoyo a las causas LGBT, etcétera. Auténtica fuerza de la naturaleza (acaba de superar un –segundo– cáncer), la doña de 81 años ni piensa en retirarse y delira a la juventud yanqui, que le ha puesto el mote rapero de “Notorious RBG”. Con el guión finiquitado, el rodaje aún no ha comenzado: Portman lo puso en pausa al enterarse de que sería dirigido por un varón, solicitando que lo lleve adelante una mujer. Luego, haga su ingreso estelar Suffragette, esperadísima cinta que verá la luz en octubre en Gran Bretaña, y que se centra en el cuento de una tal Maud (Carey Mulligan), muchacha que conoce a las sufragistas brit en 1912 y se suma al movimiento heroico. ¿La frutilla del postre? Meryl Streep interpreta a la radical e incansable luchadora Emmeline Pankhurst. Hechos, no palabras, para el film dirigido por Sarah Gavron, con guión de Abi Morgan.
Por lo demás, Gloria Steinem, la activista ícono de la segunda ola feminista, tendrá miniserie por HBO, centrada en la época en la que creó la emblemática revista Ms. Se llamará Ms., claro, y estará protagonizada por Marisa Tomei, siendo la propia Steinem asesora del proyecto. También por HBO y en el futuro, se verán telefilms sobre Harriet Tubman, esclava negra que logró escaparse, ayudó a liberar a cientos de afroamericanos, participó de la Guerra Civil y persistió en el abolicionismo, además de ser activista sufragista (la interpretará Viola Davis). Y sobre la abogada Anita Hill, quien pusiera al acoso sexual y el acoso laboral en primera plana en 1991, tras denunciar al magistrado Clarence Thomas (entonces candidato para integrar la Corte Suprema). La imputación no detuvo la designación del juez; es más, le costó a Hill que su palabra fuera cuestionada, que algunos medios le dedicaran horribles calificativos a diestra y siniestra. Pero, un año más tarde, gracias a su coraje por visibilizar el tema y abogar por la concientización, las denuncias por agresión sexual en EE.UU. crecieron un 20 por ciento. Kerry Washington es Hill; y el film se llama Confirmation.
Hay más: Queen of the Desert, de Werner Herzog, sobre la exploradora británica Gertrude Bell, protagonizada por Nicole Kidman y Robert Pattinson (como T. E. Lawrence). Una producción europea sobre la vida de la científica Marie Curie, dirigida por la francesa Marie Noelle. Una producción de Fox Searchlight acerca de la famosa “Batalla de los Sexos” (léase, el partido de tenis de 1973 en Texas, Estados Unidos, donde Billie Jean King derrotó a Bobby Riggs)...
Empero, la tendencia biopic no es precisamente sorprendente. Cabe intuir que el interés de la industria por llevar (más y más) biografías a la pantalla grande está íntimamente ligado al éxito mayoritariamente “oscarizado” de recientísimas cintas sobre personajes masculinos, donde el subgénero dio en la tecla con The theory of everything, The Imitation Game, Selma, El francotirador, Unbroken, Foxcatcher... De allí que, aunque el extendido interés por animar biografías de mujeres valiosas sea motivo de jarana, no es de ningún modo un gesto desinteresado; es una decisión empresarial, acaso motivada –cuestiona la periodista ibérica Noelia Ramírez– por el interés que suscita “el debate feminista en la conversación cultural” actual. En un contexto donde, dicho sea de paso, cada vez es más frecuente que las actrices desmonten las fallas de la industria a viva voz, denunciando machismo, cosificación, inequidad salarial, pésima representación en las historias, discriminación por edad...
Finalmente, un reciente estudio del Centro de Estudios de la Mujer en Televisión y Cine, de la Universidad Estatal de San Diego, que analizó los films más taquilleros de 2014, arrojó que solo el 12 por ciento fue protagonizado por mujeres (peor que en 2002, cuando el número alcanzó el 16 por ciento); que sólo el 29 por ciento de los roles secundarios fueron femeninos; que apenas el 30 por ciento del total de señoritas en pantalla ¡pudo pronunciar palabra, tuvo diálogos!; que casi un 60 por ciento de los personajes femeninos fueron identificables por el rol que asumían en sus vidas privadas (esposas, madres, etcétera), no así profesionales; que la vasta mayoría tenía entre 20 y 30 años (los varones, entre 30 y 40). Luego, sobre el behind the scenes, destaca la investigación que sólo el 7 por ciento de las películas fue dirigido por mujeres; el 11 por ciento, escrito por mujeres; el 1 por ciento, con bandas sonoras hechas por señoras y señoritas... En resumidas cuentas, sobran las causas para la indignación. Y aunque las futuras biopics feministas brinden un cachito de esperanza, sólo resta esperar, rezar, rogar que no sean una moda pasajera. El tiempo, como de costumbre, tendrá la última palabra.
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