Viernes, 28 de abril de 2006 | Hoy
CONSEJITOS DE MARU BON BON
El desafío, bellezas, flores, panaderos(ras) flotantes del jardín urbano en el que el otoño nos cocina, es (el desafío, ¿se acuerdan?) conservar el buen humor aun en pelotas y sin los gritos. Porque si fuera con los gritos, estimadíssisisisisiismos/as, cualquiera/o/e se pone en bolas/sin ellas si total antes que mirar una/o/e/... tiene que gozar. ¡Pero no os perdais de este placer genuino de la inspección minuciosa de las partes! ¡Verán cómo florecen ideas locas, cómo despunta lo que tiene que despuntar y se hincha lo que queremos gordo, redondo, sin aes ni ees, así mofletudo y rebosante! Bue, empecemos por el principio:
1. Sobre la importancia de lo que se deja y lo que se quita: como verán, amigue/te/ta/s, no todo es tirar trapitos al sol o la mesa de luz. Hay que ser inteligentes, velar alguna parte, descubrir otra, que haya algo para descorrer ya sea en versión natural o en versión comprada en lencería de Once que es barato, bonito y bueno, más efectivo. Sólo quien hace un esfuerzo por llegar al punto descubre lo que el punto tiene para dar.
2. Sobre la importancia del recorte de las zonas pobladas: amigas, amigos, amig@s, una cosa es dejar un velo y otra muy distinta es dejar tooooooodos los pelos. Recorte los colgajos, sepa que ha habido accidentes gravísimos por exigir lo que ninguna garganta resiste. Si Ud. invita con su desnudo es porque busca adherencias de otras partes ¡respételas entonces! Cuide y controle su higiene y será recompensada/do/s.
3. Sobre la encrucijada del primer paso: ¿Y Ud. para qué cree que se inventó el cierre relámpago? No para atrapar pieles frágiles, tampoco para guillotinar cabecitas locas... Es un modo eficaz de que todo lo que tenga que caer lo haga sin mesura, de no romperse las uñas con los botones y de cumplir con la urgencia con la premura necesaria. A no despreciar y a descoser botones.
4. Sobre el valor de la sorpresa en el último instante: ¿a qué le teme? ¿a lo que le cuelga o a lo que se hunde? ¿a lo profundo o a lo superficial? ¿a mamá o a papá? Ay, perdón, eso era de otra columna. Digo, si Ud. teme que se le caigan los artificios que tan bien construyen los disfraces, su destino es la solitud. Y le puedo asegurar que pocas cosas más agrias encontrará en este valle de lágrimas ¡anímese a mostrar lo que os distingue y ved qué felices son quienes se hacen cargo de sus defectos! ¿O nunca se le ocurrieron las cosas lindas que puede hacer con esa naricita de cóndor? Los ejemplos siguen, búsquelos Ud. mismo/a/e/i/u/ssss.
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