INUTILíSIMO
La bicicleta que nos viene bien
No hay tu tía: si queremos ser ultramodernas, debemos practicar deportes que acentúen nuestra gracia femenina, siguiendo la recomendación de Gloria Darling en su opúsculo Para ser amada, para ser hermosa (Atlántida, 1938). Porque el ejercicio “desarrolla armónicamente el cuerpo, presta ligereza y desenvoltura a sus movimientos y da elegancia al andar femenino. Tengan en cuenta ustedes –sobre todo las más perezosas, las que no practican otro deporte que llamar a un radio-taxi– que una vez que se pongan en marcha, “como consecuencia lógica del equilibrio orgánico adquirido, la belleza se reflejara en la fisonomía y fluirá de toda vuestra persona una vibración encantadora, que contagiará el ambiente de alegría y seducción”.
Con semejantes resultados garantizados por Gloria Darling, imposible resistirse a estas prácticas, especialmente cuando se nos asegura que “el hombre de hoy quiere una mujer deportiva”, puesto que “la silueta fina, estéticamente clásica, goza de la total predilección masculina, sin distinción de razas” (sic). Muchos son los deportes que pueden “acrecentar nuestro encanto poético” –la equitación, la natación, el remo, el tenis, la esgrima–, pero más vale empezar por uno sencillo y accesible: el ciclismo. Según Darling, es el ejercicio obligado “para conseguir la perfección de las líneas que la moda impone”. Veamos sus ventajas: la bicicleta es una excelente reguladora de las funciones respiratorias y circulatorias, fortifica los pulmones y aumenta la capacidad del tórax. Sin embargo, hay prejuicios que subsisten, mujeres que “tiemblan ante la idea de formar con el ejercicio músculos duros y voluminosos”. Nada más equivocado: las grasas y los líquidos que tienden a acumularse en los miembros inferiores se activan con el pedaleo y así se afinan piernas y caderas: “Las pantorrillas, al contraerse rítmicamente, obran como verdaderas bombas impelentes que repelen hacia el corazón todo los líquidos estancados”. ¿No son éstas suficientes razones para adorar la bicicleta?
Otro preconcepto erróneo sostiene que este deporte no es chic, cuando precisamente “hay preciosos trajecitos para la bicicleta, tentadores y bonitos, capaces de realzar cualquier silueta femenina. No hay excusas, pues, para hurtarle el cuerpo a la bici: apenas se requiere una buena máquina del tamaño apropiado, montarse en posición y practicar hasta adquirir una buena técnica de pedaleo”. Dejemos entonces de lado la molicie y, como pide Gloria Darling, seamos decididamente sportivas.