EL MEGáFONO
La estirpe de Argibay
Por Nina Brugo Marcó*
Carmen Argibay representa no sólo a mujeres argentinas de la actualidad sino el espíritu de lucha de distintas mujeres desde el comienzo de nuestra historia.
El primer nombre que recordamos es Mariquita Sánchez de Thompson, con su transgresión pública de negarse a casar con el hombre elegido por sus padres (obediencia debida a la que se obligaba a las mujeres de aquel entonces). Está representada en las luchas gauchas, como La Macacha, La Delfina. Luego en las mujeres que comenzaron a atreverse a estudiar carreras universitarias que estaban destinadas sólo para los varones: en medicina, la Dra. Elvira Rawson, Julieta Lanteri. También encontramos su representatividad en las anarquistas y socialistas del comienzo del siglo XX que con sus luchas, junto con las trabajadoras del vestido, sombrereras y textiles, consiguieron que se dictara en 1907 una ley que fue pionera en el mundo: la denominada Ley de la Silla (o Ley Palacios) donde se obtuvo, además del derecho a sentarse durante la jornada laboral, 30 días de licencia por maternidad. ¿Acaso no se sentirían también representadas, por la nominada a la Corte, las cientos de mujeres que realizaron el Primer Congreso por los Derechos de las Mujeres, en Buenos Aires y por primera vez en América latina en el año 1910, donde tuvieron destacada actuación las sufragistas? También se nos ocurre, entre tantos nombres, las que descollaron en sus actividades, como Alfonsina Storni y las hermanas Ocampo. O Alicia Moreau de Justo y Eva Perón; transgresoras y hasta mal vistas por las sociedades de sus épocas.
La injusta y arbitraria cárcel que sufrió la Dra. Argibay en la dictadura, por su falta de complicidad y por su defensa de la vida en Derechos Humanos. ¿No nos recuerda a las llamadas “locas”, como se las denominó a las Madres de Plaza de Mayo? ¿No se considerarán también representadas el 30 por ciento de mujeres entre los 30 mil Detenidos– Desaparecidos?
Carmen Argibay realiza la defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres, reconocidos en la Convención Internacional de Viena en 1994, que comprende también la defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos sin tapujos ni tabúes hipócritas. Las miles y miles de mujeres, desde 1985, de distintos espacios y puntos del país, que nos sentimos representadas somos de diferentes edades, religiones, clases sociales, opciones sexuales. Somos trabajadoras, desocupadas, piqueteras, víctimas del gatillo fácil, madres del dolor, madres por la vivienda, profesionales jubiladas y pensionadas que nos venimos reuniendo en innumerables y casi cotidianos talleres, seminarios, conferencias, charlas, cursos, encuentros, congresos. Nos representa en la defensa de nuestros derechos contra la violencia institucional y doméstica, nuestra ciudadanía, representatividad, derecho al trabajo, a una vivienda.
Todas las mujeres, que exigimos que se cumpla estrictamente con la Constitución nacional y los Tratados Internacionales y que queremos avanzar por una sociedad más humana, más solidaria, más justa, y con los cambios imprescindibles y necesarios de mayor democracia, nos consideramos representadas por la Dra. Argibay, para que, desde la cúspide de nuestroPoder Judicial, el respeto a los DERECHOS HUMANOS se escriba con mayúscula.
* Abogada, feminista.