EL MEGáFONO
› Por Liliana Daunes
El programa Juana Pimienta, emitido en Radio Nacional durante 2009 y 2010, ganó el premio “Construyendo ciudadanía en Radio y TV”, a partir de un jurado compuesto por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), la Secretaría de Cultura de la Nación, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, la Asociación Argentina de Actores, Argentores, el Sindicato Argentino de Televisión, la Sociedad Argentina de Locutores, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y Directores Argentinos Cinematográficos.
En lo personal, quiero agradecer al jurado: primero, que nos haya escuchado, y luego que distinga con este premio a la Juana, que es mujer de esta tierra. Juana Pimienta es, soy, somos, raíz en el aire, memoria en movimiento. Soy mujer originaria de esta región del mundo que los que nos negaron llamaron América. Soy mujer afro. Llego una y otra vez esclavizada en los barcos negreros. Soy mujer mestiza. Soy mujer esclava. Soy la violada que se rebela.
Tengo la memoria encendida en donde duele. Tengo la esperanza abierta a los latidos de las mujeres que vendrán y de las que siguen viniendo desde el fondo de la historia.
Canto en guaraní, en mapuzundgun, en quechua, en aymara, en toba, en kaqchekel, en zeltal, en zapoteca, canciones de cuna para un pueblo en nacimiento. Soy digna rabia. Soy amazona. Decido sobre mí. Sobre mis afectos y mi cuerpo. Soy rebelde.
Soy boliviana, paraguaya, migrante sin fronteras. Soy hondureña en resistencia. Soy travesti, soy lesbiana. Soy bruja, quemada en las hogueras de todas las inquisiciones por defender la vida, los saberes de los pueblos, los secretos de las plantas. Por defender el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, lucha que sigue hoy por educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Soy desaparecida treinta mil veces en la Argentina, y otras miles en Guatemala, en Chile, en México, en Uruguay, esos trozos de territorio que les dicen patrias. Soy matria. Soy oprimida y, sin embargo, soy libre. Y libertaria. Soy munda encantada y bailo, aunque estemos en la cubierta del Titanic.
Quiero agradecer a Radio Nacional, que me dio la oportunidad de ser y recrear la Juana durante estos dos años junto a mis compañeras/os Claudia Korol, Diana Tarnovsky, Daniel Heffes, Marina Getino, Irene Roust, Stella Maris Tovarich, Emiliano Brescia y algunos otros cumpas que también colaboraron ejerciendo diferentes roles.
Agradezco, pero también lamento y cuento que el programa Juana Pimienta no ha sido convocado para continuar en la programación del año 2011. Quisiera, como una síntesis de todas y todos los que luchan y no bajan banderas, dedicar este premio con un recuerdo especial para quien fuera miembro de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, Adriana Calvo, que señaló el genocidio y a los genocidas, la cumpa querida que andará dando pelea en otras dimensiones.
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