Vie 05.09.2003
las12

TALK SHOW

Un debate escamoteado

› Por Moira Soto

Alguna vez veremos en la tele a una mujer de clase media para arriba que decide abortar y lo hace en un sitio más o menos confortable, en buenas condiciones de asepsia y mediante métodos seguros y actualizados? Porque del medio millón que actualmente interrumpe embarazos por alguna razón inoportunos, las encuestas –como la de Graciela Röhmer en el 2000– demuestran que el porcentaje más alto lo cubren las mujeres que pueden pagar lugares confiables atendidos por profesionales. Si en la ficción -que suele representar a las clases medias– nunca se da esta situación aunque surja una gestación intempestiva (las interesadas o pierden espontáneamente el embarazo o deciden seguir adelante), en los programas de investigación periodística es bastante común que se aluda a los abortos que se practican en condiciones que afectan a las más pobres. A lo sumo, se dirá al pasar que las que disponen del dinero necesario abortan en condiciones más seguras. Pero nunca se ofrecerán datos concretos sobre el pingüe negocio paralelo que prospera clandestinamente en clínicas y consultorios, nunca una estadística, un testimonio, una cifra aproximada del dinero que mueve la práctica del aborto en estos niveles tan alejados de la partera del barrio.
Hace unas semanas, “Zona de investigación” (Canal 9), con tono melodramático y un paseo de la cámara por villas miseria arremetió contra el aborto realizado en los sectores sociales más bajos, en un alegato que sonaba contra el aborto en general. En “Punto Doc” (América) el año pasado, citando al pasar a la “gente que cobra mucho más en clínicas privadas, consultorios de última generación”, se puso el acento sobre los miles de chicas que terminan “en lugares de paupérrima asepsia y métodos aberrantes”, y se entrevistó –ocultando sus respectivas caras– a la curandera Mabel y a la partera Lida. En la segunda parte del informe, aparecieron Dora Barrancos y María José Lubertino, la primera con un valiente testimonio personal y la segunda –por fin– denunciando a la corporación médica “que actúa de una manera en la salud pública y de otra en el ámbito privado”.
Esta edición de “Punto Doc” tuvo una secuela en “Va por vos” donde, para no variar, apareció una mujer de aspecto modesto, de espaldas, sobre el rótulo “Ella hace abortos”. Con bueno tino, Federica Pais mencionó la hipocresía de la clase media para arriba, “que dispone de mejores condiciones y garantías de secreto”. Una tal Olga Muñoz, que proponía planificación mediante el flujo, recibió réplicas certeras de la abortera que habló de “compasión por la mujer, por la vida que pueden tener esos chicos, que no va a venir esa señora a darles de comer...”. Pero el que se destapó con sorprendente franqueza fue el doctor Cormillot, en un rubro tan despegado de las dietas: “Desde que empezó este programa, se han hecho en este país 83 abortos (...). El 50% de los embarazos no son deseados, la mitad termina en aborto (...). En nuestro país, abortar esta más legitimado que vender gaseosas cola. Discutirlo es como discutir la ley de gravedad”.
Actualmente, mientras que en “Resistiré” (Telefé), cuando Martina quedó inesperadamente embarazada de un hombre que ama a otra a nadie se le ocurrió pronunciar ni metafóricamente la posibilidad de un aborto, en “Hospital público” (América) se trató esta situación, pero cuando la interrupción ya se había hecho con los peores recursos en una mujer pobre. La paciente llegó grave, hubo que retirarle el útero. Alguien quiere hacer la denuncia. “¿Mandarla al frente porque no tuvo plata para hacerse un buen aborto?”, pregunta la médica que interpreta Virginia Innocenti, quien más adelante, poco antes de que la mujer muera en shock séptico, seindigna: “Lo que no soporto es la hipocresía, porque la Iglesia es cómplice, el Estado es cómplice”. Sin embargo, el cierre de ese capítulo resultó ser ambiguo, con un cartelito que informaba que el marido hizo la denuncia de la partera, que está siendo procesada. Y entre los datos útiles que se pasan al final no figuró ninguno relativo a prevención, mucho menos a anticoncepción de emergencia con píldoras combinadas. Por lo tanto, aquí van al menos algunas direcciones de internet: www.isis.cl/mujereshoy/salud/agenda/agenda28.pdf y www.anticoncepciondeemergencia.cl/index.htm

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