FOTO: JOSE NICOLINI

“Vamos en calma y todas juntas, ¿sí?, no se dispersen”, advierte una de las docentes que comanda un grupo de niñas y preadolescentes de la Fundación Che Pibe de Villa Fiorito, que desde hace 28 años asiste a chicxs a partir de 45 días de vida hasta los 18 años para ofrecerles una educación popular y entablar una red de contención. Algunas llegan por primera vez para aprender y nutrirse de otras experiencias y compartir las suyas. Nicole, de 13 años, ya había estado en el Encuentro de Mar del Plata. “Está re buena la experiencia porque se siguen sumando mujeres. Lo que más disfruto son los talleres. Elegimos ir al de Violencia, abuso y acoso sexual; Mujeres, violencia y maltrato; Adolescencia y juventud y el de Aborto. Muchas se animan a preguntar o a dar opiniones. Además, conocimos a chicas de otros lugares como Chile, Córdoba o Jujuy, algunas de tan sólo 11 años”, cuenta mientras se dirigen a los talleres de Violencia y de maltrato al que habían asistido por la mañana y decidieron volver para aportar en las conclusiones. Reportan crónicas, fotos o videos y los comparten en el facebook Fundación Ayuda a la Niñez y Juventud Che Pibe.

En sus voces trasciende la determinación de un avance conjunto. Saben de violencias, derechos vulnerados y muertes porque o lo vivieron o les pasó a alguien de su entorno. Buscan nuevas herramientas para concientizar y crear desde este presente mejores condiciones para sus vidas. Lily Ruggia y Norma Canturi son las abuelas de Lucía, de un año, hija y sobrina de dos aguerridas militantes. “Estamos disfrutando de nuestro primer Encuentro que a su vez es el primero de nuestra nieta, que sin saberlo se inicia en este largo camino de lucha. Su mamá también participa cubriendo como periodista.” Manuela, junto a sus amigas Nicole, con quien estudia Periodismo en Éter, y Mercedes, que las acompañó como fotógrafa para cubrir la marcha, realizar entrevistas centradas en violencia de género y asistir a los talleres sobre aborto y sexualidad dice que escribirán “para una materia centrada en el enfoque de género y es una revancha a la experiencia del secundario, donde los padres se negaron al abordaje de contenidos amparados en la Ley de Educación Sexual Integral”. A Mercedes la moviliza una experiencia cercana, la de la tía de una compañera víctima de femicidio, Wanda Taddei, asesinada por su pareja, el ex baterista de Callejeros: “Con 13 años vivimos de cerca su muerte; ese recuerdo no desaparece, y me impulsó a participar de la marcha por NiUnaMenos. Todo esto es muy movilizante.”