La educación sexual integral en la ciudad de Buenos Aires es una realidad casi inexistente, a pesar de que la Ley 2110, aprobada en 2006, establece que la Ciudad debe garantizar “el derecho a la información para el ejercicio de una sexualidad integral responsable y con formación en valores”. Sin embargo, hasta el momento, el Ministerio de Educación porteño no lo está cumpliendo. En el presupuesto elevado para 2010 el Programa de Educación Sexual tiene asignado menos presupuesto que el que se usó para el 2009.

Además, para los talleres que realizan nueve organizaciones no gubernamentales, según un convenio firmado en el 2008, apenas hay asignados 50 mil pesos. Estos fondos son irrisorios, si se pretende alcanzar, por lo menos, a la misma población escolar que hasta el 2007 recibía los talleres de educación sexual. Por lo tanto, la decisión del gobierno porteño presenta una significativa reducción de las posibilidades para alumnos y alumnas de garantizar su derecho a información.

Es cierto que los talleres no son el único mecanismo para darles educación sexual a chicos y chicas. El ministerio realiza otras acciones, a través de la Escuela de Capacitación Docente, el Centro de Pedagogías de Anticipación (CePA) y de la Unidad de Apoyo al Proyecto Escuela (UAPE). Pero, en estas áreas, también se redujo el presupuesto. Por eso, está claro que, para este Ministerio de Educación y este Gobierno de la Ciudad, la educación sexual no es una prioridad.

* Médica y presidenta de la Fundación Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM).