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Apenas podían respirar por las rejillas de sus burkas. No podían trabajar, salir a la calle sin un hombre, no podían estudiar, ni descansar de sus burkas, no podían atenderse con un médico hombre, ni con una médica mujer porque las mujeres no podían trabajar. El régimen talibán de Afganistán era un genocidio de género. Lo era antes del 11 de septiembre del 2001. Pero ese día con la caída de las Torres Gemelas el mundo pareció descubrirlo.
A fines del 2001, Estados Unidos atacó Afganistán y desalojó del poder a los talibanes. Ahora el país es gobernado por Jamid Karzai. Todavía hay una fuerza internacional de 5.000 hombres. El ataque a Afganistán, donde supuestamente vivía Osama bin Laden, fue justificado, en gran parte, en las violaciones a los derechos humanos de las mujeres.
Sin embargo, esa situación no ha cambiado mucho después del ataque estadounidense. Ahora hay una conductora en la televisión, una funcionaria en el gabinete –Habiba Sarabi– y un Ministerio para los Asuntos de la Mujer. Pero en las calles los ojos femeninos siguen agazapados tras el burka, continúan las violaciones sexuales y, por ejemplo, la prohibición a las mujeres de ser artistas. “Nada ha cambiado desde que se fueron los talibanes, pero la comunidad internacional ya se olvidó de nosotras”, se lamenta la afgana Shala Azad.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) advierte: “Una Afganistán paupérrima fue devastada por el armamento más sofisticado de la humanidad. Se perdieron muchas más vidas inocentes que en la atrocidad del 11 de septiembre, pero los fundamentalistas no han sido erradicados y las mujeres se sienten más inseguras que antes”.
Después de su propia experiencia, RAWA reflexiona: “El pueblo iraquí ha sufrido y se ha visto empujado al límite por los crímenes del régimen deSaddam, pero esto no significa que hayan pedido a Estados Unidos que los salven con una intervención militar. El cambio de un gobierno en un país es una prerrogativa de su propio pueblo, de lo contrario el resultado no será estable a largo plazo”.