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Entre los principales adversarios a los derechos sexuales y reproductivos en la Argentina se encuentran actores religiosos: la jerarquía de la Iglesia Católica a la cabeza, en alianza con algunas federaciones evangélicas conservadoras. Sin embargo, el debate sobre matrimonio igualitario mostró cómo dichos actores no representan la única posición religiosa frente a estos derechos. En el 2010, líderes de iglesias evangélicas históricas (como la Metodista Argentina, la Luterana Unida y la del Río de la Plata, con más de 150 años en nuestro país), sacerdotes católicos como Nicolás Alessio y rabinos como Daniel Goldman, manifestaron públicamente su apoyo al entonces proyecto de ley para ampliar el matrimonio a parejas del mismo sexo.

Estos mismos sectores religiosos podrían ser aliados estratégicos a favor de la legalización del aborto como sugieren las intervenciones de algunos de sus líderes en el seminario “Religiones, Matrimonio Igualitario y Aborto”, realizado el 14 de octubre, en el Instituto Universitario Isedet. ¿Cómo apoyarían dicha demanda? Su punto de partida es rechazar la falsa antinomia entre quienes estarían a favor y quienes estarían en contra del aborto (como plantean los grupos conservadores): el aborto no es deseado por nadie, sino una realidad producto de la falta de una adecuada educación sexual, planificación familiar e igualdad de género, que multiplican los embarazos no deseados. En este marco, algunas iglesias evangélicas se rehúsan a dejar la “defensa de la vida” en manos de grupos antiabortistas y apuntan que la ley vigente en Argentina no resuelve la realidad del aborto: las mujeres no dejan de practicarlo, sino que lo hacen en una clandestinidad que puede suponer riesgo de muerte. Esta penalización, concluyen los religiosos, no defiende ninguna vida, sino que agudiza el sufrimiento de muchas mujeres: “Cada víctima de esta realidad no puede convertirse en un número más porque, sin duda, es alguien a quien Dios ama y nos llama a amar profundamente”, sostuvo un obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina el 25 de febrero de 2011.

¿Cuáles serían sus aportes en este debate? Primero, cuestionar la idea falsa de que todas las religiones se oponen a legalizar el aborto. Estos actores religiosos están a favor del cambio legal y no pese a sus creencias religiosas, sino a partir de ellas, como también argumenta la organización Católicas por el Derecho a Decidir. Proponen defender la vida y acompañar pastoralmente a quienes sufren respetando las decisiones autónomas de las mujeres. Además se proponen romper la falsa antinomia “a favor o en contra del aborto” y la asociación entre “legalización del aborto = ataque a la vida”. Por último, mostrar cómo la demanda por la legalización del aborto excede ampliamente al movimiento de mujeres y a los grupos feministas alcanzando a colectivos e instituciones menos pensados en esta causa.

* Investigador del Conicet e integrante del Grupo de Estudios sobre Sexualidades, del Instituto Gino Germani, perteneciente a la Universidad de Buenos Aires.