Por madres y padres cartoneros del Tren Blanco
La sociedad nos condena simplemente por ser pobres y desocupados. El ser ciruja o cartonero no es la pérdida de nuestra dignidad, es la fuente de supervivencia que nos ayuda a paliar esta mala situación.
Señor vecino y señoras vecinas: Nuestro sufrimiento es muy grande debido a la pobreza, y el sacrificio humano que realizamos empujando nuestros carros. Por ese motivo queremos informarles que los cartoneros, varones y mujeres, somos gente de familia de bajos recursos económicos. Pero de fuerte entereza para trabajar honestamente. Nos duele en el alma que nos confundan con lo que es de público conocimiento en la zona, delitos que no son nuestros.
En cada carro que usted ve en la calle hay una familia que mantener e hijos que educar. Vecinos, no se dejen confundir por el periodismo sucio. Somos honestos cartoneros que nos esforzamos día a día para poder sacar el pan. Por más que se nos discrimine, se nos ensucie, se nos humille, somos cartoneros honestos y gente del pueblo.