Además de la de Marita hay otra búsqueda latente: un hijo producto de una violación que tuvo en cautiverio. En el juicio hubo testimonios que aseveraron su existencia. Uno de ellos es el de Andrea R., una adolescente porteña que había prometido a Marita que cualquiera de las dos que escapara iba a dar aviso a sus familias. Ella fue víctima de trata a los 15 años y conoció a Marita en el prostíbulo Candy, de La Rioja –alrededor del 2003– con un bebé (varón) a upa cuando estaba atada y sufría las consecuencias de uno de los violentos castigos por negarse a prostituirse y sentarse en las rodillas de los clientes. “Andrea no vio por dónde entró la joven, con un bebé de pocos meses en brazos, al que estaba meciendo. Le aflojó un poco la soga que le hacía doler las muñecas y había comenzado a inflamarle las manos y le dijo que no llorara, que hiciera lo que le decían para que no la lastimaran. Entonces le hizo ver una cicatriz recién cosida que tenía en la espalda, de seis o siete puntos, y otra similar detrás de la oreja. “Me dijo que se llamaba María de los Angeles Verón, que le dicen Marita y que es de Tucumán.” Andrea le preguntó si el bebé era de ella. “Sí, si se puede decir...”, respondió, con un gesto de desprecio. Le confesó que El Chenga (Gómez, recientemente condenado a 22 años de prisión) la había embarazado para que no se escapara. “Me dijo que no lo quería pero que la criatura no tenía la culpa”, detalla Camps en su libro La Red. También otra testigo, Fátima, la ve en el 2003 “más gorda o hinchada”, una descripción que coincide con la posible fecha de su embarazo. ¿Cómo continuar con la investigación sobre el hijo de Marita? Una dificultad es que muchos chicos nacidos en situaciones de trata son vendidos en el comercio de bebés. Zaida Gatti, coordinadora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, propone: “Si yo estuviera a cargo de la investigación haría un ADN con todos los niños de la familia de los recientemente imputados en la causa de Marita Verón de la edad aproximada a la que tendría su hijo”.