FúTBOL › FRENTE A OLIMPO TERMINO LA RACHA DE EMPATES Y DERROTAS
River se acordó cómo se gana
Con dos goles de Cavenaghi y uno de Ferreyra, River construyó la primera victoria despues de seis fechas sin vencer ante un rival que complicó en el arranque, pero se entregó después del segundo gol. El chileno Salas se lesionó apenas iniciado el partido y le dejó su lugar a Cavenaghi, quien terminó siendo decisivo en el encuentro.
Por Adrián De Benedictis
Por fin River pudo volver a festejar en el torneo Apertura. Después de siete partidos sin lograr la victoria, el equipo se reencontró con un triunfo que significó más que tres puntos. La particular situación en la que se encuentra, debido al pobre rendimiento futbolístico que lo ubica a ocho unidades del líder Boca, hizo que la desesperación por un éxito se apodere de cada uno de los integrantes del plantel. Por ello, la victoria ante Olimpo fue el punto fundamental para comenzar a descomprimir una realidad envuelta por los interrogantes. Precisamente, el director técnico Manuel Pellegrini, quien era el más comprometido por este presente, eludió ayer lo que pudo haber sido una verdadera catástrofe.
Como la derrota ante Arsenal golpeó con profundidad en la intimidad de River, el entrenador tomó ayer una fuerte decisión al dejar en el banco de suplentes a dos hombres de peso como Coudet y Cavenaghi. Además, como los problemas defensivos pasaban por las pérdidas en el juego aéreo, también incluyó a Crosa para resolver ese problema. Igualmente parecía que las penurias continuarían, porque cuando apenas habían pasado dos minutos el chileno Salas dejó la cancha con mucho fastidio por una nueva lesión. En consecuencia, el tiempo que Cavenaghi estuvo afuera fue muy poco.
En esos primeros instantes, River controlaba la pelota, pero no lograba complicar a Vivaldo. Apenas Ferreyra probó con un zurdazo que se fue por arriba. Incluso la chance más clara la tuvo Mannara, pero su remate pasó al lado del palo. Dos minutos más tarde, Medina derribó en el área a Domínguez, y Cavenaghi marcó el primer gol de penal. A partir de ahí Olimpo arriesgó un poco más, y así construyó dos jugadas para llegar al empate: primero Lux detuvo bien un cabezazo de Mannara, y luego Manfredi estrelló un derechazo en el travesaño.
Sin mostrar superioridad, River aumentó la ventaja con un toque de Cavenaghi, quien recibió una habilitación de Ferreyra. Más tarde, el volante desaprovechó su oportunidad al desviar su remate.
A pesar de aquel ingreso de Crosa, Olimpo complicó siempre con los cabezazos de Delorte, quien chocó con Lux –el arquero se complicó en las salidas para cortar los centros– y con su propia imprecisión.
Luego de que Montenegro definiera afuera en un contraataque, Ferreyra selló el resultado con un toque ante la salida de Vivaldo. El juvenil recibió un gran pase de Mascherano. En el final, Pacheco definió solo por arriba.
A esa altura, River ya había encontrado lo que buscaba con tanta ansiedad: un poco de calma.