FúTBOL › NEWELL’S DERROTO 2-0 A QUILMES Y ES LIDER
Antes le cerraban los números, ahora ya convence con el juego
El equipo de Gallego jugó con la obligación de ganar para recuperar la punta y lo hizo con solvencia. Definió el partido en la primera parte y luego reguló. Marino anotó un golazo y Ortega convirtió el segundo, de penal.
Por Alejo Diz
Desde Rosario
Aunque los números sugerían sus pretensiones desde hace algunas fechas, Newell’s ratificó ayer su candidatura al campeonato con una actuación que dejó satisfecho al más escéptico. Es que los rosarinos se sacaron de encima a Quilmes con sólo un tiempo de juego y produciendo su mejor actuación del torneo. Los visitantes poco pudieron ofrecer ante la superioridad que marcaron los de Gallego. Y esta vez Ariel Ortega no fue la figura. Porque si bien el Burrito volvió a marcar con un penal, la acción de talento la regaló Guillermo Marino, quien se burló de las histerias tácticas y señaló su gol tras cruzar toda la cancha con pelota al pie.
No fue baile. Ni siquiera goleada. Pero Newell’s, que debía ganar para recuperar la punta, jugó con la autoridad de quien se sabe superior. Marcó diferencias en el primer tiempo y en el segundo hizo lucir su celoso juego defensivo –hace cuatro partidos que no le convierten– para dormir el encuentro sin poner en juego la salud de sus hinchas.
Quilmes impuso sus intenciones en los primeros diez minutos, aunque inquietó sólo con disparos de larga distancia. Superado el cuarto de hora apareció la efectividad de Capria para distribuir, el trajinar de Vella para desbordar por la derecha y el talento, intermitente, de Marino para marcas diferencias.
En la primera jugada de riesgo, Vella hizo estrellar la pelota en el palo derecho. En la segunda, Pontiroli le tapó el gol a Borghello. Y en la tercera, Marino se burló de los predicadores de pizarrón y superó en una sola acción a todo Quilmes: la tomó en su área, salió jugando, tiró un par de gambetas en el mediocampo, una pared con Borghello y definió al palo derecho de Pontiroli, ya cuando tenía los pies en el área rival. Quilmes intentó reaccionar. Y volvió a descuidarse: Marino encaró otra vez y Vivas lo bajó antes de que pise el área, aunque Lunatti pitó penal. Y desde los doce pasos, Ortega definió alto y sobre el palo derecho.
Gustavo Alfaro no tardó en tirar los cambios. Pero el fondo rosarino sigue sin mostrar fisuras. A Vella y Ré no los pudieron desbordar una sola vez, y en la oportunidad que Torres ganó en el área chica, Villar le tapó el gol en gran forma. Los dos tantos de ventaja fueron mucha obligación para la ofensiva de Quilmes. Y como los rojinegros en el complemento cargaron con cierta displicencia a la hora de definir, hubo escasa emoción. Pero llegó el final y volvió a mostrar a los rosarinos en la punta de Apertura. Y a los que creían en los números del equipo de Gallego, ahora están los que creen en su juego.