FúTBOL › LA LECCION QUE ESTUDIANTES APRENDIO EN EL CLASICO PLATENSE
Sin fútbol no se puede ser campeón
La enseñanza le costó caro al equipo de Merlo: cuatro goles de Gimnasia sellaron una goleada y la derrota que más duele. La caída de Vélez lo mantiene en zona de título, pero la oportunidad desperdiciada pudo haber sido fatal para sus aspiraciones.
Por Daniel Guiñazú
Sin fútbol, no se puede. Sin jugadores capaces de armar una red de pases que termine en el área rival, sin la más mínima cuota de talento, abusando de las corridas individuales y los pelotazos frontales, cualquier ilusión le queda grande a cualquier equipo. Y Estudiantes no es la excepción. Desde que la cátedra lo rotuló como candidato al título y todos los ojos se volcaron sobre él, el conjunto de Merlo se vino a pique, como si esa mirada masiva le resultara insoportable. Ganó sólo uno de los últimos cinco partidos (2-0 a Olimpo) y, salvo en aquel anochecer de Bahía Blanca, nunca dio la talla futbolística indispensable como para justificar aquella pretensión. Ahora tocó fondo. Gimnasia lo goleó 4-1 en el clásico de La Plata por una razón muy sencilla: hizo muy mal lo único que estaba haciendo bien, esto es, defenderse. Y siguió haciendo mal lo que hasta ahora no venía saliéndole bien; jugar, ni más ni menos.
Estudiantes no pareció un equipo pensado y armado por Merlo: hizo agua por todos lados. Ninguna de las variantes que ensayó su técnico reanimó una estructura colectiva que desfalleció luego del 3-0 que anotó Enría a los cinco minutos del segundo tiempo. La acumulación de errores fue llamativa y se resume en un par de datos: a una defensa habitualmente segura le hicieron dos goles vía aérea (en el primero hubo dos cabezazos de San Esteban y Enría dentro del área estudiantil) y otros dos ganándole las espaldas (en el tercero, Enría definió mano a mano con Herrera, en el cuarto, Vargas eludió al arquero y definió desde posición cerrada). Los cuatro volantes (Gelabert, Braña, Bastía y Chatruc) no pudieron parar a Gimnasia en el medio ni generar fútbol de otra manera que no fuese lanzando la pelota hacia adelante y corriendo, o tirando pelotazos de frente o de perfil.
Como si todo este cuadro no resultara ya desalentador, Senger y Pavone chocaron adelante sin solución de continuidad. Senger se mostró poco dúctil, duro, sin manejo. Pavone, por su lado, ha dejado de ser aquel artillero serial, que había anotado 14 goles en 11 fechas. Hace cinco partidos que no convierte y da toda la impresión de que le han tomado la mano. Ayer no le dieron espacios y, la única vez que pudo escaparse, provocó la jugada previa al gol de Maceratesi. Antes y después, como casi todos sus compañeros, no hizo nada.
Gimnasia fue la contracara de Estudiantes, el polo positivo del partido. Acertó exactamente donde su rival se equivocó. Estuvo firme en el fondo (Estudiantes sólo le llegó con tiros de media y larga distancia), ágil por los costados con la salida que le dieron Cabrera y Solana, creativo y movedizo de la mitad en adelante con Lobos, y punzante arriba con Enría. Además tuvo volumen de juego, algo que le es ajeno a Estudiantes. Quizás en el segundo tiempo exageró su repliegue y se desentendió de la pelota, pero la decisión tiene su lógica: ya ganaba 3-0 y, por otra parte, el adelantamiento de Estudiantes no lo complicó demasiado.
El mejor elogio que se le puede hacer a Gimnasia es que no dio la impresión de ser un equipo que pelea por alejarse de la Promoción. Jugó con presencia ante un estadio repleto, no le pesaron las piernas, aportó todo el fútbol que le es posible en este momento, y regaló una alegría que explotó en miles de voces y de banderas agitadas al viento. No siempre se gana un clásico con semejante claridad. De Estudiantes sólo pueden decirse dos cosas: la derrota de Vélez todavía lo mantiene vivo, con las chances casi intactas. Pero que no queden dudas: así no puede jugar un aspirante al título.
Gimnasia 4
Bobadilla; Pautaos; San Esteban, Goux, Licht, Cabrera; Escobar; Solana; Lobos; Enría; Valenti .
DT: Troglio.
Estudiantes 1
Herrera; A.Romero; Ortiz, Cáceres, Krupoviesa; Gelabert; Braña; Bastía, Chatruc, Senger; Pavone.
DT: Merlo.
Estadio: Gimnasia.
Arbitro: Sergio Pezzotta.
Goles: 9m y 50m, Enría (G); 37m, Goux (G); 52m, Maceratesi (E); 90m, Vargas (G).
Cambios: 46m, S.Romero por Valenti (G); 52m, Naceratesi (5) por Cáceres (E); 55m, D. Romero por S.Romero (G) y Angeleri por Chatruc (E); 76m, Aquino por Bastía (E); 82m, Vargas por Enría (G).
Incidencias: 30m, expulsados Escobar (G) y Braña (E).