Jugaron a cara de perro. Y así salió el clásico de La Plata. Estudiantes le ganó a Gimnasia porque la única vez que cuatro jugadores hilvanaron una jugada, Carrusca habilitó a Pavone, éste envió un centro y Calderón, entrando solo por el segundo palo, anotó el único gol de la tarde. Después abundaron los pelotazos, las corridas, los rechazos a cualquier parte. Y como si el partido no hubiera abundado en imágenes desagradables, inmediatamente después de que el árbitro Héctor Baldassi indicó el final, y mientras los jugadores y el público estudiantiles celebraban su primer triunfo en el campeonato, los hinchas de Gimnasia provocaron incidentes en su cabecera, que derivaron en gases lacrimógenos y balas de goma.
Las ilusiones de un espectáculo aceptable duraron apenas cinco minutos. El arranque del partido fue intenso, dinámico, de ida y vuelta. A los dos minutos, Pavone desperdició una buena escapada y sesenta segundos después, Delorte saltó más que Herrera y su cabezazo fue salvado junto a un palo por Ortiz. Pero cuando los dos equipos empezaron a hacer lo que sus técnicos habían previsto, todo se echó a perder salvo el aburrimiento. Gimnasia jugó un poco mejor cuando la pelota pasó por los pies de Lobos, que se tiraba sobre los laterales para escaparle al amontonamiento del medio. Pero la habilidad del enganche no tuvo eco en Vargas, ni en Delorte, bien tomados por Ortiz y Alayes.
Estudiantes luchó mucho más de lo que jugó, como si Burruchaga todavía no hubiera podido borrarle al equipo la impronta que tuvo mientras lo dirigió Merlo. Carrusca fue el único que intentó hacer privar su habilidad, pero quedó desamparado sobre el costado izquierdo, sin nadie cercano que le diera una mano para zafar de la raya y de la marca. El resto corrió, marcó, se tiró al piso y lanzó pelotazos a Calderón y Pavone.
La tendencia se acentuó luego del gol de Calderón. Estudiantes se abrazó a la ventaja y se retrasó en el terreno con una consigna excluyente: aguantar y rechazar a cualquier parte. No podía darse el lujo de perder otro clásico. Gimnasia empujó, pero sin claridad. Sobraron los pelotazos frontales para las cabezas de los defensores de Estudiantes y faltó el talento. Los dos jugaron mal, pero ganó Estudiantes y perdió Gimnasia. A nadie pareció importarle otra cosa.


ESTUDIANTES-1
Herrera-6
Angeleri-6
Ortiz-6
Alayes-6
Arano-5
Braña-5
Bastía-6
Cardozo-5
Carrusca-6
Pavone-5
Calderón-6
DT: Burruchaga
GIMNASIA-0
N.Montoya-6
Franco-5
San Esteban-5
Goux-6
Licht-6
Cabrera-5
Escobar-5
Friedrich-4
Lobos-6
Vargas-4
Delorte-4
DT: Troglio

Estadio: Estudiantes
Arbitro: Héctor Baldassi
Gol: 49m, Calderón (E).
Cambios: 62m, Valenti por Delorte (G); 65m, Casado por Vargas (G); 70m, E.González por Friedrich (G); 73m, Araujo por Braña (E) y Sosa por Carrusca (E); 79m, Chatruc por Calderón (E).