Si se mira la tabla –toda la tabla, incluidos los partidos jugados–, el gran candidato del Clausura es Boca, que tiene los mismos puntos que River y Estudiantes, pero un partido y medio menos. Demasiada ventaja a seis fechas del final del campeonato.

Si se mira el fixture, Boca amplía sus posibilidades porque tiene, en apariencia, un programa más sencillo que los rivales directos en la pelea por el título. Boca debe jugar como local con Quilmes, Colón y Lanús, y como visitante con Arsenal, Gimnasia de Jujuy y Belgrano, además de los suspendidos o postergados ante Gimnasia y Racing.

Una ventaja adicional para Boca es que Estudiantes es uno de los que pelean por el campeonato, con lo que esto implica. Es sabida la rivalidad entre Estudiantes y Gimnasia, lo que hace suponer que los hinchas del Lobo les van a pedir a sus jugadores que no pongan el máximo empeño en sostener el 1-0, que era el resultado en el momento en que se suspendió el partido. Algo de todo esto ocurrió, pero al revés, cuando Boca, que peleaba el campeonato con Gimnasia, se vio beneficiado por la escasa oposición de Estudiantes. No son meras suspicacias; hay muchos antecedentes para avalar las sospechas.

El programa también marca que River y Estudiantes deben enfrentarse y además tienen algunos rivales de riesgo: San Lorenzo y Vélez en el caso de River; Vélez, Racing y Arsenal, en el caso de Estudiantes.

Si los puntos de referencia no son los de la tabla sino las actuaciones en el fin de semana, Boca deja de ser el gran candidato. No jugó bien Boca y sufrió demasiado en los últimos minutos cuando el débil Argentinos se puso a tiro y por muy poquito no le empata. Si Boca juega como lo hizo ayer, corre mucho riesgo de llevarse alguna sorpresa en esos partidos que parecen ganados de antemano.

El que mejor jugó de los tres que lideran el campeonato fue River, paradójicamente el único que no ganó. Técnico, jugadores, dirigentes e hinchas del club de Núñez se quejan de que Independiente se colgó del travesaño. “No lo esperábamos”, dijo Passarella. Error: no era difícil imaginar que los rojos, que venían en caída libre, se iban a conformar con el empate. Como fuera, River mostró que cada vez está más sólido atrás y que maneja la pelota con mucha precisión en el medio. Le faltó pimienta en la definición y se chocó con Ustari, la gran figura de la cancha. Mereció ganar el partido y debe haber quedado conforme con su producción, lo cual lo deja en buenas condiciones anímicas para enfrentar lo que le falta.

Hoy, River es más que Boca y Estudiantes, y eso también parece claro.

Estudiantes, por su parte, mantiene la regularidad de las últimas fechas, tiene la valla menos vencida del campeonato y sigue sumando, aunque –como Boca– sufrió más de la cuenta en el tramo final de su partido contra Chicago. La gran desventaja del cuadro de Verón es que le toca pelear con los dos grandes; la ventaja es que, precisamente por eso, todos los que no son ni de River ni de Boca miran al club platense con mucha simpatía.

A seis fechas del final, Boca, River y Estudiantes (en ese orden) son los candidatos, pero no es una buena idea descartar a Arsenal (25 puntos) y a Racing (20 y dos partidos menos).