Boca venció a Argentinos y consiguió retomar la punta del torneo Apertura, cuando todavía le queda completar medio tiempo ante Gimnasia y el postergado con Racing, que se jugará el miércoles en Avellaneda. Pero más allá de esta victoria, o de los resultados que obtenga en estos dos encuentros, está lejos de poder dormirse en los laureles. Volvió a jugar mal –peor que como lo había hecho ante Newell’s–, sumó más desorden y restó ideas en la ofensiva, y eso que apenas fue el primer partido de la seguidilla de cinco que disputará en 15 días. Para el clásico, además, Ricardo La Volpe no podrá contar con Krupoviesa, expulsado ayer por insultar al árbitro Pablo Lunati.

El primer tiempo del equipo de La Volpe fue un espanto. Argentinos, que tenía las dificultades obvias de un plantel limitado, supo ganar el mediocampo con poco más de orden en la marca. Sin embargo, ese dominio perdía fuerza a medida que la pelota se acercaba al arco de Bobadilla, donde Núñez, Quinteros y Hauche –de lo mejorcito en el conjunto de Adrián Domenech– no conseguían nada de lo que insinuaban.

Los hinchas percibían bien lo que los jugadores locales entregaban en el campo de juego. Así se explica que, cuando apenas había pasado el primer cuarto de juego, se le exigiera al equipo “ganar” el partido. La apuesta subió sobre el final de la primera parte, cuando directamente se le pedía a los jugadores “garra” para alcanzar el triunfo, que a esa altura dejaba a Boca nuevamente en la cima del torneo.

El gol de Krupoviesa calmó las ansias y las críticas. Fue tras una jugada de corner que ejecutó Delgado para que Díaz peinara y el tucumano conectara de cabeza, entrando solo sobre el segundo palo.

A Boca se le facilitaron las cosas en el complemento, que La Volpe prefirió jugar con Bertolo en lugar de Delgado. Los locales sacaron provecho de la necesidad de Argentinos y fueron encontrando un poco de tranquilidad, que les permitió controlar el desarrollo hasta el final. El Cata Díaz pudo ampliar de tiro libre, pero Pontiroli logró despejar. Después el arquero le iba a tapar dos mano a mano a Palacio, que parecía sufrir en la terminación las oportunidades que se le generaban.

Las expulsiones de Ledesma –por doble amarilla– y de Krupoviesa –roja directa por el infantilismo de insultar al árbitro– contribuyeron a que el partido ganara en ritmo. Boca se soltó y Boselli comenzó a tomar mayor contacto con la pelota. Las situaciones peligrosas no tardaron en llegar. Primero hubo un penal sobre Palacio que Lunati –suelto para su festival de tarjetas– no vio o se contuvo para no sancionar.

De un desborde de Palacio nació el centro que Boselli, en la última jugada que iba a hacer en el partido, empalmó con la rodilla derecha para poner el marcador 2-0.

Cuando el partido entraba en los últimos cinco minutos, en lo que fue la culminación de la mejor jugada de Argentinos, Carrera descontó con un derechazo cruzado, luego de una linda habilitación de Santibáñez. Las últimas dos jugadas peligrosas fueron para los visitantes. Un cabezazo de De Muner que atajó Bobadilla y un tiro libre de Núñez que pasó muy cerca.

Estadio: Boca. Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 40m, Krupoviesa (B); 72m, Boselli (B); 85m, Carrera (A).

Cambios: 46m Bertolo (5) por Delgado (B), 65m Dátolo por Cardozo (B), 66m Oberman por Quinteros (A), 75m Ledesma por Boselli (B), 79m Santibáñez por De Muner (A).

Incidencias: 60m, expulsado Ledesma (A); 63m, expulsado Krupoviesa (B).