Lunes, 23 de abril de 2007 | Hoy
FúTBOL › EL EQUIPO DE SIMEONE SE IMPUSO 2-1 PESE A JUGAR 87 MINUTOS CON UNO MENOS
Gimnasia vencía con un gol de Landa, pero entró en escena Pavone y dio vuelta todo. El empate llegó con un penal que le hicieron a él, y el segundo, con un tremendo remate cruzado. El conjunto que ahora dirige Maturana no supo explotar la ventaja de jugar casi todo el encuentro con uno más por la expulsión de Calderón.
Una mirada superoptimista puede hacerle pensar a un hincha de Gimnasia que el equipo mejoró mucho porque en el último clásico perdió 7 a 0 y esta vez sólo 2 a 1, pero no dejará de ser un absurdo consuelo.
Una mirada realista marca que perdió otra vez con Estudiantes pese a jugar casi todo el partido con uno más; que iba ganando 1 a 0 y se lo dieron vuelta y que cada día es más Caperucita y menos Lobo.
Estudiantes no fue mucho más que su rival, pero tuvo a Pavone inspirado, supo golpear en los momentos precisos y defendió con mucha fibra en el último tramo del partido. La suma de esas virtudes le permitió quedarse con tres puntos.
Gimnasia, sediento de venganza, peleó cada pelota con todo, manejó el partido en varios pasajes y buscó hasta el último minuto, pero no tuvo el ingenio ni la potencia necesarios para concretar sus buenas intenciones.
El partido empezó con una rareza. Calderón le pegó un codazo sin la pelota a Landa, el juez de línea le avisó a Favale y Estudiantes se quedó con diez. Sólo iban 3 minutos de juego. Normalmente los equipos que quedan en superioridad numérica aprovechan la ventaja haciendo circular la pelota para ocupar mejor los espacios. Si se toca rápido y medianamente bien, siempre se debe tener un jugador libre para recibir. Gimnasia no aprovechó demasiado la ventaja por dos razones esenciales: 1) los costados, a la altura de las áreas, estaban intransitables, lo que achicaba notablemente las dimensiones del terreno; 2) el partido fue peleado, enredado, enmarañado, lo cual favorece por lo general al que juega en inferioridad numérica.
Cuando a los 39 minutos del primer tiempo Landa recogió un rebote después de un corner y puso el 1 a 0, pareció que se le venía la noche a Estudiantes, pero un minuto después, un error de Semino (le cruzó el cuerpo a Pavone en el área) iluminó a los rivales. El penal lo ejecutó el mismo Pavone, con un cañonazo tremendo que no le dio ninguna chance a Kletnicki.
El nuevo técnico, Francisco Maturana, apenas conoce a los jugadores, por lo que en el entretiempo no pudo hacer otra cosa que estimular a los suyos para que salieran con actitud ganadora a jugar el complemento. Gimnasia puso la pelota más cerca de Andújar que de Kletnicki, pero en un aislado contraataque Pavone aprovechó un mal pique que desacomodó a su marcador y ya se sabe de lo que es capaz Pavone con un poco de espacio: cañonazo cruzado, impresionante, y 2 a 1.
Con la voluntad de Silva, las gambetas de Leal y el empuje de los del medio no alcanzó para el empate, que no le hubiese quedado mal al partido. Estudiantes festejó porque sigue prendido en la pelea, pero más que nada porque otra vez abrochó a Gimnasia.
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