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Lunes, 23 de abril de 2007

FúTBOL › VENCIO A BANFIELD EN EL MONUMENTAL

A River le costó aun con un hombre más

Jugó 80 minutos con esa ventaja, pero recién plasmó la diferencia con un gol de Belluschi en el segundo tiempo.

 Por Adrián De Benedictis

Parece cierto entonces que la suma de buenos jugadores no asegura tener un gran equipo. Y si bien el caso más emblemático es el Real Madrid español, por estos lados River atraviesa una situación similar. A pesar de que en la tarde de ayer se reencontró con el triunfo en su estadio –la última victoria allí había sido el 11 de febrero ante Lanús–, el plantel no logra consolidar un estilo definido. Las incorporaciones rutilantes de esta temporada no pudieron ofrecer hasta el momento un juego sólido y dominante. Y quizá por eso fue sorpresivamente eliminado de la Copa Libertadores, y ahora se encuentra a ocho puntos, con un partido postergado, del líder San Lorenzo.

En lo que va de este 2007, fueron pocas las ocasiones en donde River se impuso con claridad frente a sus rivales. Ante Colo Colo y Racing fueron sus mejores versiones. Luego, sus éxitos estuvieron acompañados por la angustia. Incluso ayer, ante Banfield, le costó mucho exhibir superioridad, a pesar de que tuvo un jugador más desde los 11 minutos del primer tiempo.

Si bien el equipo local construyó ayer muchas acciones de ataque que fueron convirtiendo en figura al arquero Lucchetti, nunca terminó de ejercer supremacía total sobre el equipo del Sur. Si hasta en algunos contraataques, con la velocidad de Cvitanich y Lujambio, Banfield lo complicó con riesgo serio.

Se ha discutido mucho sobre la decisión del entrenador Daniel Passarella de no jugar con un enlace clásico, y seguramente su nivel bajo tenga que ver con esta determinación. A partir de ahí comienza la mayoría de los inconvenientes de River. Pero la falta de coordinación en la zona defensiva también ha tenido su parte. Sin ir más lejos, sucedió ayer cuando Tuzzio convirtió, en contra, el empate de Banfield, por no hablarse con Carrizo. El defensor le cedió la pelota de cabeza cuando su compañero salía a buscarla y ésta se metió lentamente en el arco. Apenas habían pasado ocho minutos del penal convertido por Paulo Ferrari, que ejecutó la falta por una mano del luego expulsado Salvatierra.

La imagen de recuperación que exhibió en el segundo tiempo ante Boca no se pudo prolongar en todo el primer tiempo, y en algunos pasajes el público volvía a exigir a sus jugadores con ciertos cantos. Passarella intentó revertir la situación en la segunda parte con el ingreso de Belluschi que, más allá de que convirtió el gol de la victoria con un derechazo para ubicar la pelota al lado del palo después de una buena jugada de Fernández, sigue demostrando que está muy lejos del rendimiento que mostró el año pasado.

Es probable que el plantel esté ofreciendo la misma realidad que la institución, más cerca de cuestiones judiciales y policiales, y bien lejos de la coherencia y la transparencia. Mientras, el éxito es sólo efímero y la sequía de logros trascendentes se sigue postergando.

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Belluschi festeja su gol, el del triunfo, mientras Lucchetti lo sufre.
Imagen: Leandro teysseire
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