Una de las grandes incógnitas que tenía que develar Independiente en esta segunda jornada, era saber cómo respondería el equipo luego de la lesión sufrida por Daniel Montenegro, su principal estratega. A partir de su problema físico, el equipo se dispuso de manera diferente para visitar a Tigre. Pero si se toma en cuenta lo que exhibió ayer en el estadio de Vélez, el conjunto de Avellaneda puede esperar con tranquilidad la recuperación de su figura. Más allá de que su rival se está adaptando a la máxima categoría, el desempeño de uno de los líderes permite vislumbrar que tiene argumentos como para presentar su candidatura al título.

Los tres goles de ayer ante los de Victoria lo ubican como el equipo más goleador con ocho tantos, en sólo dos encuentros. Pero además confirman a Germán Denis como el nuevo goleador que estaba necesitando, luego de un pobre desempeño en la temporada anterior. El delantero marcó dos ayer, y ya suma cuatro en el torneo.

Al mismo tiempo, Independiente estaba pendiente por saber cómo sería el nivel del reemplazante de Montenegro. Y en ese sentido, Rodrigo Díaz mostró que puede adueñarse de los circuitos ofensivos del equipo. El volante tuvo precisión para habilitar a sus compañeros, y buscó siempre estar en contacto con la pelota. A partir de ahí surgieron los mejores momentos de Independiente. El ex Toluca también contó con la colaboración del juvenil Oyola, que tuvo un buen despliegue por la izquierda, y se asoció con criterio en la creación.

Otra de las apariciones que cumplió con solvencia fue Lucas Mareque. El lateral izquierdo no evidenció su falta de continuidad en Portugal, y no sólo marcó bien a Martín Morel, cuando éste se trasladó por ese sector, sino que fue una salida permanente por su franja. A su lado, el uruguayo Rodríguez, uno de los más cuestionados el último año al punto de estar cerca de abandonar el club, parece haber revertido su situación a partir de su seguridad para ganarles a los delanteros rivales en los duelos personales. El ahora capitán no le dio lugar a Lázzaro para aportar su potencia, y la mayoría de las veces no se desprendió de la pelota por arriba sino que lo hizo con toques cortos y por el piso.

Tigre no pudo ante toda esa superioridad, y sólo inquietó en el comienzo del segundo tiempo, cuando controló mejor la pelota en el medio y fue con más decisión hacia el arco de Assmann. Pero, curiosamente, en esos instantes Independiente marcó el tercer tanto para terminar con todas las aspiraciones de los locales. El equipo de Diego Cagna tiene individualidades interesantes, como son los casos de Galmarini, Ereros y Nicolás Torres, pero le falta enlazar esas virtudes en función colectiva. El local tuvo pocas chances claras para convertir, y las principales fueron con jugadas de pelota detenida.

De esa manera, Montenegro puede tener serenidad por lo que brinda su equipo, y esperar su regreso con la certeza de que lo hará para mezclarse entre los protagonistas.

Estadio: Vélez (local Tigre).

Arbitro: Carlos Maglio.

Goles: 4m, Sosa (I); 31m y 64m, Denis (I).

Cambios: 53m Pusineri (6) por Machín (I), 55m San Román (5) por Galmarini (T), 64m M. Córdoba por Morel (T), 72m Moreno por Sosa (I), 78m Calello por Oyola (I).