Racing está dado vuelta. No levanta cabeza y pierde los partidos que va ganando. Le pasó ayer en Jujuy, a una distancia de Avellaneda que aminoró las quejas, pero que no las hizo desaparecer. Porque el hincha está molesto ante la evidencia: se puede discutir si Maxi Moralez era decisivo en el rendimiento del equipo, y alguna evidencia pasada asegura que no, pero las pruebas más cercanas parecen alentar el malhumor de los fanáticos, para desgracia de Blanquiceleste SA: dos partidos disputados desde la venta del volante a Rusia, dos derrotas. De aquella actuación determinante ante Olimpo, en Bahía Blanca, a este presente en el que ni el equipo ni el entrenador, Gustavo Costas, encuentran respuestas.

¿Fue justa la derrota? En la medida en que Gimnasia acertó las oportunidades que tuvo, sí; no había hecho mucho más que el conjunto visitante, pero sí aprovechó las ventajas que le dio la defensa de Racing y, en otro plano, también estuvo la indecisión del equipo de Costas para hacerse del dominio del partido y plantar bandera.

El planteo inicial, con tres volantes de marca (Bastía, Pellerano, Sánchez) y un armador (Salcedo) todavía sin amalgama, marcaron la pauta de lo que podía entregar este Racing. Que tuvo su mejor cuarto de hora, precisamente, en los 15 minutos finales del primer tiempo, cuando se animó a ser más incisivo. La fórmula era la de siempre: desborde y centro buscando la cabeza de Sava, cuando López no podía engarzar una escapada filosa. Así el centrodelantero metió primero un pelotazo en el travesaño y luego, dos minutos más tarde, anotó el primer gol del partido, tras un centro de Pellerano.

¿Qué pasó después? Racing salió a jugar el segundo tiempo pensando más en conservar la ventaja que en agrandarla, pero le faltó cancha para manejar esos tiempos y terminó enredándose en su propia confusión. Carranza, la figura de Gimnasia, empezó a divertirse con la defensa rival y en una de sus gambetas, dejó pagando a Cabral y sacó un remate que batió sin atenuantes a Campagnuolo. El 1-1 parecía poco para los jujeños, que se fueron con todo al ataque y terminaron conquistando la ventaja definitiva cuando Desvaux, solitario en el área y de palomita, conectó un centro para señalar el 2-1. La reacción de Racing fue la acostumbrada: muchos nervios, pocas ideas, cero resultado. Y otra tarde amarga para los hinchas.

Estadio: Gimnasia (J).

Arbitro: Javier Collado.

Goles: 44m, Sava (R); 57m, Carranza (G); 64m, Desvaux (G).

Cambios: 61m, Avalos por Sánchez (R); 73m, Cabrera por García (R); 77m, Ramasco por Gómez (G); 82m, González por Carranza (G); 88m, Malano por López (R).