En la ruleta, cuando sale el cero pierden casi todos: los que juegan docenas, columnas, color, par o impar, mayor o menor y los que apuestan directamente a los otros 36 números. Cuando sale el cero ganan los que pusieron todas las fichas ahí o jugaron el número maldito en combinación con los vecinos de paño, es decir el 1, el 2 y el 3.

Boca apostó al 10 de Riquelme, al 14 de Palacio, al 9 de Palermo y en algun pasaje también al 8 de Ledesma y al 5 de Battaglia. Y como no se le dio en ninguna de las casi diez situaciones de gol que creó, se quedó mal, con una profunda sensación de vacío, lamentando la suerte grela y la falta de definición.

Marcelo Barovero, el croupier mayor del partido, se pasó toda la tarde cantando lo mismo: “Cerooooooo”. Este es un apurado resumen bola por bola:

11 m: Ledesma patea de media distancia, con mucha fuerza. Barovero vuela, Cerooo.

25 m: Riquelme engancha como sólo él sabe y lo deja libre a Palacio. Tira Palacio. Cuerpo de Barovero. Cerooooo.

30 m: Buena jugada colectiva de Boca, Ledesma deja pasar a lo Riquelme. Vargas patea a lo Vargas. Cuerpo de Barovero. Ceroooo.

30 m: Palacio por arriba, bien atorado por el arquero. Cerooooo.

38 m: Palacio la pelea una y otra vez. Gana. Tira cruzado. Vuela Barovero. Cerooo.

77 m: Riquelme a Palermo, que estaba ausente. Apunta. Tira de zurda. Gol. No, afuera. Cerooo.

83 m: Patea Battaglia. Es gol, pero la bolita rebota en el palo izquierdo del arquero y sale. Cerooooo.

88 m: Se cae Puertas. Tira forzado Palacio. Tapa Barovero. ceroooo.

89 m: Palermo mete un zurdazo cruzado desde la izquierda. Palacio llega por la derecha, se tira al piso, Barovero está vencido, pero la bola no entra donde tiene que entrar. Ceroooooooo

Huracán celebró el empate y no porque se colgara del travesaño o jugara solamente al cero. Se plantó consciente de sus limitaciones para aguantar las previsibles embestidas del rival, arriesgó poco y se guardó algunas fichas para la última bola. Casi se le da porque la situación que creó pudo ser gol si Caranta no hubiese cubierto como cubrió el primer poste, luego de un centro del pibe De Federico.

El partido fue muy peleado, por momentos pesadísimo y aburrido, pero tuvo como dato curioso que todas las jugadas de gol de Boca se produjeron en períodos muy cortos (10 minutos o poco más en cada tiempo).

Lo demás fue lucha por la posesión de la pelota, juego parejo en todos los sectores de la cancha, insinuaciones del pibe Poggi, corridas del voluntarioso Palacio, marca de Barrientos, fastidio de Riquelme, canto enfervorizado de la hinchada de Huracán y silencio de los de Boca, sobre todo en el epílogo.

A Boca no le dio el paño para ganar.

Cancha: Argentinos Juniors (local Huracán).

Arbitro: Gabriel Favale.

Cambios: 45m De Federico (5) por Mendoza (H); 74m Coyette por Sánchez Prette (H); 76m Cardozo por Vargas (B), 89m Alan Sánchez por Poggi (H).