Suele suceder que cuando se cree haber encontrado el camino correcto, todo se invierte en pocos días, y ahí es donde hay que volver a reordenarse para comenzar de nuevo. River fue un equipo por momentos brillante una semana atrás ante Vélez, y ayer en esa misma cancha dejó una imagen totalmente opuesta ante Arsenal. A pesar de que también logró la victoria, esta vez por la mínima diferencia, el equipo terminó el encuentro acorralado en su área, con su técnico reclamándole al árbitro el final, y lleno de incógnitas pensando en el futuro. Del otro lado, el conjunto de Sarandí no mereció quedarse sin nada en Liniers, aunque tampoco tiene mucho lucimiento para exhibir.

Luego del episodio de violencia (ver aparte) sucedido antes del inicio del partido, el desarrollo del juego también fue muy luchado al principio y, a pesar de la diferencia de nombres entre ambos conjuntos, River no podía vulnerar el esquema diagramado por Arsenal. A diferencia de lo que hizo el domingo anterior, e incluso en la semana ante la Universidad Católica, el equipo de Núñez no podía adueñarse de la pelota para crear juego en ofensiva, y entonces se le hacía muy difícil llegar al área de Cuenca. El único recurso que le quedaba era a través de una acción detenida. Y así llegó la primera jugada de riesgo, a los 12 minutos, cuando Abreu cabeceó en el área, y Matellán evitó el gol en la línea.

River no tenía claridad debido a que Rosales, Buonanotte y Alexis Sánchez no podían encontrarse en la zona media para darle movilidad a su equipo. Para colmo, Rosales dejó la cancha a los diez minutos por una lesión, y al ingresado Archubi le costó entrar en el circuito. Pero sorpresivamente, cuando Arsenal había inquietado con un remate de Calderón y otro de Yacuzzi, el propio Archubi convirtió su primer gol en River. El volante encaró por la izquierda, enganchó dos veces para dejar en el camino a sus marcadores, y definió cruzado para superar a Cuenca.

En el final de la primera parte, los visitantes estuvieron cerca de igualar con un cabezazo de Casteglione, pero Ponzio rechazó casi sobre la línea.

El ingreso de Leguizamón por Garnier le dio más dinámica al ataque de Arsenal en el segundo período, y así comenzó a llegar con frecuencia. De esa manera, Carrizo comenzó a transformarse en el más destacado del juego. Primero sacó en la línea un tiro de Leguizamón, y luego atrapó la pelota ante un zurdazo del mismo delantero. En el medio, River sólo estuvo cerca con un remate de Abreu que dio en el palo izquierdo de Cuenca.

Como Arsenal se había plantado mejor en el mediocampo, controlaba esa zona y luego enviaba la pelota al área de River, buscando un cabezazo salvador. Mientras, River esperaba en su campo y trataba de construir un contraataque que nunca llegó. Aquel final fue la síntesis de lo mucho que le cuesta a River conseguir tres puntos. Si bien está ubicado en lo más alto de la tabla, lo que hace en el campo está lejos de su ideal.

Estadio: Vélez (local River).

Arbitro: Carlos Maglio.

Gol: 34m Archubi (R).

Cambios: 10m Archubi (6) por Rosales (R), 45m Leguizamón (6) por Garnier (A), 62m Domingo por Buonanotte (R), 70m Andrizzi por Carrera y Espínola por C. Díaz (A), 75m Ríos por Abreu (R).