Quizás alcanza con el eco embriagador de la victoria de la semana frente a River, el perfume de la eliminación de un grande venido a menos en la Copa Sudamericana. Acaso sostenerse en el torneo continental sea suficiente para este momento, aunque es presumible que las características de ambición del grupo de jóvenes que lidera el también joven Luis Zubeldía impidan semejante conformismo.

Pero lo cierto es que Lanús, este Lanús, es una sombra de aquel que luchó el torneo anterior con Vélez y Huracán. Tiene una sola victoria en el torneo, en el arranque precisamente, en la primera fecha, contra el Globo, un 2-1 que pudo haber sido mucho más amplio. Pero después, la caída.

Derrota con Boca, 2-1 como local; luego, un pálido empate con Argentinos como visitante, y una semana atrás el mazazo de la derrota ante Banfield, en el clásico, nuevamente como local. La de ayer, ante Newell’s, fue la tercera derrota consecutiva en casa, con seis goles en contra y apenas dos a favor.

La tabla muestra a Lanús en un lugar desusado, con apenas cuatro puntos sobre 15 posibles (el 26 por ciento). Al campo, contra Newell’s, fueron la mayoría de los titulares que el jueves le habían ganado a River en un terreno anegado. ¿Cansancio? Es más que eso, parece. A Lanús le está faltando el fútbol que hoy sólo Salvio le proporciona, y la pólvora de Salcedo no es la de Sand.

Así no pudo destrabar el esquema conservador que aplicó Newell’s tras el gol relativamente tempranero de Achucarro ni aprovechar las escasas jugadas de gol que dispuso. Y los rosarinos, con mayor practicidad, conservan su cercanía con la punta del Apertura. A Lanús le queda la Sudamericana. Pero, ¿se conforma con eso?

Arbitro: Diego Abal.

Estadio: Lanús.

Goles: 20m, Achucarro (N); 53m, Boghossian (N).

Cambios: 46m, Pelletieri (6) por González (L); 60m, Blanco (5) por Aguirre (L); 62m, Grana por Ledesma (L); 81m, Barrientos por Bernardi (N) y Sperdutti por Achucarro (N); 87m, Formica por Sánchez Prette (N).