Lunes, 21 de septiembre de 2009 | Hoy
CONTRATAPA
A menos de un mes de la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, que se producirá el próximo 2 de octubre en Copenhague, una mirada crítica al sistema de elección del Comité Olímpico Internacional.
Por Jens Weinreich *
La mayor elección olímpica de este año es la elección de la sede de los Juegos de la XXXI Olimpíada en 2016, el 2 de octubre en Copenhague. Será el clímax de una durísima competencia mundial que duró dos años. Las ciudades candidatas –y las finalistas Chicago, Madrid, Río de Janeiro y Tokio– han gastado cientos de millones de dólares a lo largo de este período. Y planearon gastar miles de millones de dólares para sus proyectos olímpicos. El último día de la carrera en la 121ª Sesión Olímpica en Copenhague está destinado a atraer una extraordinaria atención del mundo entero. Jefes de Estado y ministros de los cuatro países candidatos a recibir a los Juegos son esperados en Copenhague. Todos los candidatos esperan un sistema de elección verdaderamente libre, transparente y democrático. Pero es responsabilidad del Comité Olímpico Internacional, que fue descripto como “la organización global menos confiable” en el Reporte 2008 de Confiabilidad Global, proveer tal sistema de elección.
Varios miembros del COI, hablando bajo la condición del anonimato, han cuestionado tal sistema, criticando el llamado Sistema de Voto Electrónico (SVE) que fue introducido por el COI en la 111ª Sesión en 2000 en Sydney.
“La principal razón para su uso es la de que ahorra tiempo”, dicen los portavoces del COI. “Una ronda de votación manual y de recuento posterior toma al menos 30 minutos. Así, en una votación para la elección de la ciudad sede con cinco finalistas, se necesitan cuatro rondas de votos y más de dos horas para llevarlas a cabo.”
Bueno, ¿cuál es el problema? ¿Es inapropiado perder dos horas en una elección democrática después de tan extensa y cara competencia mundial?
Sabemos que no hubo un reclamo oficial de los miembros del COI para cambiar el sistema de votación en Copenhague. Pero nunca se ha extinguido la discusión. Los documentos oficiales del COI, ¿proveen suficiente información sobre la importancia de esta elección y dan suficiente guía?
Regla 34.3.2 de la Carta Olímpica: “La elección de la ciudad sede tendrá lugar después de que la Sesión haya considerado el reporte de la Comisión de Evaluación”.
En su documento “Procedimiento de Candidatura 2016”, la administración del COI declara:
1.1.12. Elección de la Ciudad Sede de los Juegos de la XXXI Olimpíada en 2016.
“Los miembros del COI votan en voto secreto. La elección tendrá tantas rondas como sean necesarias para que una ciudad gane la mayoría de los votos. Después de cada ronda, la ciudad con menos votos será eliminada.”
Pero, ¿qué es exactamente una votación secreta? Parece haber una falta de definición en la materia en la Carta Olímpica.
Las dos preguntas principales son: ¿debe ser considerado el SVE como una votación secreta?, ¿debe el SVE ser considerado una elección democrática?
Dentro de la Unión Europea, y Dinamarca forma parte de ella, se debate si los sistemas de votación electrónica son generalmente democráticos o no. Hay otro punto irritante en torno del SVE: el COI no hace ninguna diferencia entre decisiones de procedimiento y elecciones importantes. “Nosotros usamos el mismo SVE para todas las votaciones. Por supuesto, algunas votaciones se hacen levantando las manos”, declara la oficina de prensa del COI.
En comparación con el COI, la FIFA prefiere una mecánica fundamentalmente diferente: “Primero y principal es esencial hacer la diferencia entre decisiones y elecciones –señala Nicolas Maingot, titular del Departamento de Comunicaciones–. FIFA usa el SVE para decisiones, no para elecciones”. La FIFA estableció el uso del SVE en su 55º Congreso en Marrakech, en 2005. “El SVE probó ser una herramienta eficiente, confiable y a prueba de manipulaciones para que el Congreso de la FIFA pudiera votar más veloz y fácilmente”, asegura Maingot, antes de insistir: “El SVE es un sistema de votación, no de elección. Las elecciones se realizan todavía con el sistema tradicional de urnas. Excepto para los casos en los que el presidente de la FIFA es elegido por aclamación, como lo decidió el 57º Congreso en 2007”.
¿Y qué hay con los resultados de las elecciones electrónicas? “Los resultados son archivados en el COI y guardados indefinidamente”, informan sus portavoces. “Nadie es autorizado a ver a quién votó cada uno de los miembros del COI”, aseguran. “Es una votación secreta. Con este sistema, es imposible saber qué votó cada uno.”
Pero hay una diferencia. “Con respecto a la votación acerca de la inclusión de nuevos deportes en el programa olímpico, un notario está involucrado en el recuento de los votos.”
En comparación, la FIFA describe su sistema de almacenamiento de votos: “Considerando el SVE, los resultados se guardan en una caja fuerte en la sede de la FIFA por al menos diez años. En las elecciones, las boletas las guarda un notario público, que se encarga de controlar el proceso de la elección y retiene los documentos relevantes”.
¿Cuántos dirigentes de la FIFA pueden ver los resultados de la elección por nombre? “En principio, todos los delegados están autorizados a ver quién votó a quién, si lo desean. Pero eso sólo se aplica en decisiones, no en elecciones que son secretas.”
La administración del COI asegura: “El Comité Olímpico está completamente satisfecho con la situación actual. Siempre hemos tenido como reaseguro el sistema de votación manual si el SVE falla o si un número suficiente de miembros pide que se haga una votación a mano alzada”.
Son los miembros del COI los que tienen derecho a reclamar una votación secreta con el tradicional sistema de urnas en la Sesión de Copenhague.
* Periodista especializado alemán. De www.playthegame.org, especial para Líbero.
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