El cambio que Leonardo Astrada hizo a los 54 minutos, sacándolo a Gallardo y poniéndolo a Ahumada para compensar la expulsión de Almeyda dio la pauta de cuál es el sentimiento actual de River. La inseguridad es la sensación que domina al equipo en la cancha, al técnico en el banco y a los hinchas en las raleadas tribunas. Y no perder parece el único foco de atención. En otro momento, acaso Gallardo, quien acababa de marcar el gol del empate de tiro libre, no hubiera salido, y Ahumada habría ingresado por Rojas, Ferrari o Villagra, cuestión de no privarse del único jugador del que todavía podía aguardarse algo diferente. Pero como Astrada excluyó a su armador para cuidar lo poco que tenía en las manos, River terminó más vacío de ideas de lo que ya estaba. Abrazado al 1-1 con Arsenal en medio del rumor disconforme de su gente.

No es casualidad que River haya ganado un partido de los cinco que lleva disputados y no haya podido vencer todavía en condición de local. Es la consecuencia de un equipo sólo discreto, con un déficit mayúsculo en la generación de juego, y que trata de disimular con sus músculos lo que le falta en el cerebro. Astrada movió varias piezas para recibir a Arsenal. Desarmó la línea de tres que había puesto ante Colón y armó una de cuatro con Villagra y Coronel por Sánchez y Quiroga. Y no sólo eso: el paraguayo Rodrigo Rojas, de enganche, pasó a ser volante por la izquierda y Gallardo y Gonzalo Ludueña se repartieron las tareas de armado, con Canales como único delantero de punta. Muchos cambios, demasiados para quedarse en el mismo lugar de siempre.

Porque salvo los primeros diez minutos, en los que Canales y Rojas tuvieron dos buenas situaciones y la pelota le corrió aceptablemente, River paseó la misma inexpresividad de cada partido. Burruchaga le colocó dos líneas de cuatro para esperarlo tenazmente en su campo y a medida que el reloj fue corriendo, River se fue enredando en sus imprecisiones. En ese contexto, Arsenal se fue atreviendo cada vez más, y encontró su gol en una escapada desde el medio de Sena que concluyó con un derechazo bajo que se clavó junto al palo derecho de Vega.

River siguió conmovido por la desventaja aun en el arranque del segundo tiempo. En esos cinco minutos iniciales, el equipo de Sarandí merodeó el 2 a 0, hasta que Gallardo acertó su tiro libre con la ayuda de la cabeza de Diego Galván, y el ánimo les volvió al cuerpo a miles en el Monumental. Parecían dadas las condiciones para que, ahora sí, River desatara la ofensiva en procura de los tres puntos. Pero con la expulsión de Almeyda, Astrada se dio un baño de realismo. Un punto como local no le pareció una mala idea y aunque Villalva y Funes Mori ya estaban en la cancha por Ludueña y Canales, las limitaciones de River y la falta de convicción de Arsenal para hacer valer el hombre de más que tuvo durante 38 minutos diluyeron el partido hasta transformarlo en algo híbrido, soso, escasamente recordable.

Estadio: River.

Arbitro: Pompei.

Goles: 40m Sena (A) y 50m Gallardo (R).

Cambios: 46m Villalva (5) por Ludueña (R), 54m Ahumada (5) por Gallardo (R), 62m F. Mori por Canales (R) y Leguizamón por Obolo (A), 65m Silva por Galván (A) y 79m Menéndez por Sena (A).

Incidencia: 52m expulsado Almeyda (R).