¿Dónde está el techo de Lionel Messi? A sus 22 años, sigue alcanzando nuevas cimas y ayer lideró al Barcelona hacia un nuevo título de Liga, además de proclamarse como el goleador de la Liga y de Europa por primera vez en su carrera. Con los dos tantos que conquistó en la victoria 4-0 sobre el Valladolid en el Camp Nou, Messi concluyó la Liga con 34 goles, siete más que su compañero en la delantera de la Selección, Gonzalo Higuaín, que ayer no marcó en el empate 1-1 del Real Madrid con el Málaga. Con esos resultados, el Barça le sacó tres puntos al equipo blanco.

De paso, Messi igualó el record goleador en una Liga en la historia del Barcelona, que ahora comparte junto a Ronaldo. Y también conquistó la “Bota de Oro” de la UEFA, sucediendo al uruguayo Diego Forlán, del Atlético Madrid, por sobre el marfileño Didier Drogba, del Chelsea, y el italiano Antonio Di Natale, del Udinese.

El rosarino celebró su segundo gol junto a Celia, su madre, que lo aclamaba en las primeras filas de las plateas. Vivió una temporada sensacional, en la que se benefició enormemente del enésimo invento táctico de Josep Guardiola, su entrenador.

Durante un tramo de la temporada, el Barcelona vivió algo atascado en ataque. Ni Thierry Henry ni Zlatan Ibrahimovic ofrecieron soluciones ofensivas, y Guardiola aplicó el bisturí para extirpar la herida. La solución fue la menos inimaginable de todas: sacó a Messi de una banda y lo situó como centrodelantero, con plena libertad de movimientos.

Sonaba muy atrevido que el Barcelona jugara así con un delantero de las características físicas de Messi, a quien por alguna razón apodan “la Pulga”. Pero el argentino agitó el árbol y los goles cayeron sin descanso.

Messi terminó el torneo de 2008 con 10 goles, hizo 23 en 2009 y esta temporada alcanzó los 34 tantos. No sólo su nueva posición en el campo propició su marca goleadora, sino también los evidentes progresos en el remate: ya no sólo marca goles tras dejar tirados a tres rivales en jugada individual. Hasta con el pecho marcó goles esta temporada. Además, sus desmarques fueron más profundos.

Un inesperado gol en contra del defensor del Valladolid, Luis Prieto, abrió el marcador a los 27 minutos, despejando el camino al Barcelona, que volvió a marcar cuatro minutos después a través de Pedro, quien recibió una asistencia espectacular de Messi.

En el segundo tiempo, el rosarino amplió la ventaja para el conjunto azulgrana con su gol número 33 de esta temporada, tras una asistencia de Touré y anotó el 34º a 14 minutos del final, con una definición exquisita: se metió en el área en diagonal, abriéndose del arco, gambeteó a dos rivales y, cuando salió el arquero, definió cruzado de zurda.

Luego, Messi se robó el protagonismo en la fiesta del título. “¡Visca (viva) el Barça, visca Catalunya! ¡Y aguante Argentina, la concha de su madre!”, gritó con el micrófono en mano, en las celebraciones por el vigésimo título de Liga conseguido por el club catalán. Ahora, el reto de Messi es trasladar lo que consiguió con el Barcelona a la Selección Argentina en el próximo Mundial de Sudáfrica. ¿Levantará allí su propio techo?