Una práctica de fútbol informal con diez jugadores por lado durante un buen rato, más como una excusa para congraciarse con el público local y los hinchas argentinos que se encuentran en Sudáfrica que como un ensayo pensando en Nigeria, no parece ser el mejor escenario para tratar de sacar conclusiones de cara al debut mundialista. Pero que en el entrenamiento público, con más de 5 mil personas poniéndole un color inédito a la estadía de la Selección Argentina en Pretoria, hayan convivido en el mismo equipo Juan Sebastián Verón, Lionel Messi, Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín reafirma la tendencia que se viene sosteniendo en los últimos días: Diego Maradona está cada vez más convencido de dejar de lado la defensa con cuatro zagueros para hacerle un lugar entre los titulares a Tevez, tal como lo mostró en la práctica del sábado, el único ensayo serio del equipo desde que dejó suelo argentino.

Las 5 mil personas –mitad argentinos y mitad sudafricanos, mezclados en la tribuna de la cancha del HPC de la Universidad de Pretoria, por primera vez abierta al público desde que está la delegación albiceleste– disfrutaron de un espectáculo único. Mientras los argentinos –con banderas y con camisetas, tanto de la Selección como de algunos clubes– entonaron los tradicionales cantitos de cancha, los sudafricanos cantaron su himno e hicieron sonar sus vuvuzelas, una corneta masivamente llevada a las canchas por los hinchas locales y que, se supone, serán insoportables en los partidos, aunque en la práctica acompañaron armoniosamente. En algún momento parecía que iba a producirse un pequeño duelo de hinchadas, por ver cuál de los dos grupos gritaba más fuerte. Sin embargo, la presencia de los chicos de algunas escuelas de Pretoria, maravillados por la presencia de los jugadores argentinos, sirvió para terminar de armonizar la situación, que resultó muy conmovedora para los jugadores y el cuerpo técnico.

La primera gran ovación de la jornada se la llevó Messi, el más querido por parte de los sudafricanos. Apenas un escalón más abajo estuvieron los gritos por Tevez, el preferido de los hinchas argentinos. Hasta que la presencia de Maradona motivó el clásico “olé, olé... Diego, Diego”, que el entrenador argentino respondió con un saludo. Lo mismo cuando escuchó el “que de la mano / de Maradona / todos la vuelta vamos a dar”. Y luego mostró una sonrisa cómplice cuando le dedicaron que “Maradona fue más grande que Pelé”.

Dentro de ese clima distendido y festivo, la Selección llevó a cabo una nueva jornada de entrenamiento, con un picado informal, con diez jugadores por lado. Uno de los equipos, con pecheras anaranjadas, tuvo a Romero; Jonás Gutiérrez, Burdisso, Otamendi; Maxi Rodríguez, Mascherano, Verón; Tevez, Higuaín y Messi. Más tarde se sumó Milito, mientras que Pozo reemplazó a Romero. El otro presentó a Andújar; Clemente Rodríguez, Demichelis, Samuel, Heinze; Pastore, Garcé, Bolatti, Di María; Palermo y Agüero. El anecdótico 3-3 se dio gracias a los goles de Tevez, Milito y una excelente definición de Higuaín para los de pecheras, en tanto que Garcé, con un zurdazo combado, Bolatti y Di María, con una definición con clase, marcaron para el otro equipo.

Si bien el ensayo no marca ninguna decisión definitiva, las sociedades que se buscaron en ataque parecen sostener la idea que Maradona viene pregonando, con Tevez entre los titulares. De esta manera, del equipo que jugó ante Alemania y que durante mucho tiempo era una fija en la cabeza del entrenador para el debut habría un cambio de nombre y también de esquema. Con el ingreso de Tevez por Otamendi, Jonás pasaría a cubrir toda la franja derecha, con sólo tres defensores definidos.