El conductor de Uruguay, Oscar Tabárez, dará ante Holanda el examen más importante de su carrera: las lesiones de Diego Lugano y Nicolás Lodeiro, más las suspensiones de Luis Suárez y Jorge Fucile representan un dolor de cabeza y obligarán al entrenador a retocar sustancialmente la formación del equipo para mañana. “Atrás mío hay futbolistas”, dijo el técnico, una frase que muestra su fe en luchar hasta el final en Sudáfrica 2010, incluso sin algunas piezas clave durante el recorrido mundialista. El capitán Diego Lugano es probable baja y el goleador Luis Suárez, segura, en la semifinal de Ciudad del Cabo.

“Está complicado llegar, los plazos entre un partido y otro son muy cortos”, dijo ayer Lugano, quien sufrió un esguince de ligamento interno en la rodilla derecha, y debió ser reemplazado el viernes pasado durante el primer tiempo del partido de cuartos de final frente a Ghana, que Uruguay terminó ganando en la definición por penales. “Hoy (ayer) tuve la suerte de que pude entrenar, correr en línea recta, sin dolor, lo que es muy favorable cuando no han pasado 48 horas de la lesión”, agregó el defensor del Fenerbahce turco.

Consultado sobre si está dispuesto a arriesgar incluso un poco más de lo aconsejable con tal de no perderse el choque con Holanda, Lugano respondió: “El riesgo, el dolor, es lo de menos, estoy muy preparado para eso. El tema es estar al ciento por ciento para enfrentar un partido de este nivel, ser honesto con mis compañeros, con mi país”. El capitán de la “celeste”, que mañana buscará llegar a la final de un Mundial por primera vez en 60 años, es un símbolo del equipo, como reconoció su compañero de zaga, Mauricio Victorino. “Sé que va a hacer todo lo posible para estar. No sé si llegará, pero si llega, mejor: él aporta mucho”, señaló el hombre de la Universidad de Chile.

El central del Villarreal está listo para volver y en caso de que Lugano quede afuera, hará pareja en la zaga con Victorino. Pero Tabárez tiene otro problema atrás, ya que Fucile recibió su segunda amarilla ante los africanos y está suspendido. Su lugar en el lateral izquierdo podría ser ocupado por Martín Cáceres, aunque tampoco se descarta a Andrés Scotti, que cumplió cuando reemplazó a Lugano.

En el ataque, Tabárez venía jugando con un esquema de tres delanteros, Suárez, más Diego Forlán y Edinson Cavani, con uno de estos dos pivoteando algo más retrasado, según el partido. Lo más probable es que en el estadio Green Point presente a los atacantes del Atlético Madrid y del Palermo, y habrá que ver si ubica un delantero más o refuerza el mediocampo.

En esa zona tampoco podrá contar con Lodeiro, quien tiene puesto un yeso y camina con muletas, por causa de una lesión en el quinto metatarsiano derecho. Quizá tendría su chance el armador Ignacio González, del Valencia español, o quizá regrese a la formación titular Alvaro Pereira, un hombre con mucha potencia física y buena recuperación de la pelota.

Si Tabárez continúa con su política de no ocultar las cartas, hoy en Ciudad del Cabo anunciará a los 11 elegidos para el partido más importante del fútbol uruguayo en las últimas cuatro décadas, y se acabarán los interrogantes, al menos hasta el pitazo inicial.