Luego de haber avanzado en la Copa Sudamericana, Independiente volvió a jugar mal e igualó sin goles ayer frente a Quilmes, en el estadio Libertadores de América. Sobre el final, la hinchada del equipo de Daniel Garnero volvió a insultar al manager César Luis Menotti. Sin brillar, el equipo de Tocalli complicó al local en algunos tramos del partido, pero no mereció más que un empate. El encuentro fue un claro ejemplo de la limitación que tienen dos equipos que todavía no han podido sumar de a tres.

Los primeros minutos del partido fueron dinámicos. Independiente penduló por todo el ancho de la cancha, con toques cortos, precisos y prolijos, mientras que Quilmes se basó en la presión para plantear un partido de igual a igual. La sensación inicial cambió radicalmente con el correr de los minutos, ya que Independiente pasó a mostrar inconexión en todas sus líneas. Tuzzio estuvo desprolijo en el traslado por el lateral derecho, Godoy no pudo desnivelar desempeñándose como carrilero y Mareque generó desorden al correr por todos lados, sin aportar el cambio de ritmo que su equipo necesitaba.

Como si esto fuera poco, Battión estuvo lento, tosco y sin ritmo, en un mediocampo en el que Gracián nunca pudo conducir, mientras que Silvera y Parra no tuvieron peso en la ofensiva. Por todas estas razones, Garnero probó con diversos esquemas e intérpretes, sin encontrar nunca el camino. El desempeño de Independiente fue tan pobre que no tuvo ningún tiro de esquina en todo el partido. Los toques del comienzo se repitieron durante los noventa minutos, pero generalmente de la mitad de cancha para atrás, algo que generó reprobación y fastidio en los hinchas.

Ante ese panorama tan chato, Quilmes fue mejor y complicó a su rival con muy poco. Núñez aportó vértigo por su costado, mientras que Raymonda manejó los hilos del equipo. Sin embargo, no generó muchas situaciones de riesgo, ya que sus incursiones de ataque murieron con remates inofensivos a media distancia.

Cada vez que Independiente avanza un paso, vuelve a retrocederlo. Ayer extrañó a Patricio Rodríguez y demostró que no tiene recursos ni variantes. Quilmes jugó su mejor partido en el campeonato, pero demostró que depende mucho de Raymonda y de las pelotas paradas. Deberá mejorar si pretende permanecer en Primera.

Informe: Andrés Pappagallo.

Estadio: Independiente.

Arbitro: Luis Alvarez.

Cambios: 57m Caneo (5) por Nuñez (Q); 61m N. Martínez por Gracián (I); 73m P. Rodríguez por Tuzzio (I); 83m Mancuello por Mareque (I); 86m Varela por Raymonda (Q); 92m Torres por J. Morales (Q).