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Lunes, 8 de agosto de 2011

FúTBOL › BOCA EMPATó SIN GOLES EN BAHíA BLANCA Y VOLVIó A MOSTRAR SUS FALENCIAS

Un partido jugado como la mona

El DT del conjunto boquense, Julio Falcioni, destacó que al equipo no le habían creado situaciones de gol, pero no tuvo mucho margen para hablar de las llegadas propias. Olimpo quedó conforme con el empate en un partido en el que sobraron pelotazos y faltó emoción.

 Por Juan José Panno

Si River no está, si se hacen pocos goles en todos los partidos, si Vélez y Estudiantes no arrancan bien y –encima de todo– Boca juega como la cara de Falcioni y Riquelme no es la figura de la cancha, ni mucho menos, queda la clara sensación de que han abierto la puerta del horno.

Para calificar en una palabra los 90 minutos que jugaron Olimpo y Boca hay varias posibilidades: malo, malísimo, pésimo, aburrido, lamentable, vacío, confuso, híbrido, insoportable... se puede elegir cualquiera y todas quedarán a medida.

Olimpo, el limitado Olimpo, hace lo que puede mientras el técnico espera que lleguen los papeles para utilizar a los necesarios refuerzos. No tiene mucho el equipo de Bahía Blanca y por lo tanto puso todas sus energías en aguantar el partido más que en jugarlo. Tuvo un par de llegadas en el arranque, sorprendió en la primera jugada del partido con un remate de Rolle, pero de a poco se fue apichonando, para conformarse anticipadamente, mucho antes de la pitada final, con el cero a cero.

La responsabilidad mayor le cabe entonces a Boca, porque tiene un plantel mucho más dotado técnicamente, porque incorporó a nuevas figuras y porque se supone que si lo tiene a Riquelme y a Viatri, a Cvitanich y a Erviti, al Burrito Rivero y a Clemente Rodríguez, debería crear por lo menos media docena de situaciones de gol en cada partido.

Se podrá decir –a la manera de Julio César Falcioni– que se sumó aunque sea de a uno, que el rival creó muy pocas jugadas de gol y que el arquero Orion tuvo poco trabajo. Y se podrá recordar que en el inicio del torneo anterior, contra Godoy Cruz en la Bombonera, Boca generó una docena de acciones de gol y sin embargo terminó perdiendo por goleada. También se podrá recordar que Boca hace rato que no pierde (7 empates y 4 victorias, contando el Clausura), pero nada de lo que se diga, ningún análisis tapado por números, podrá alterar esta sensación de profundo vacío que dejó la actuación contra los modestos bahienses.

Si Boca repite producciones como la de ayer, si Erviti sigue alejadísimo de aquel que brillaba en Banfield; si el Burrito Rivero no le pone un poco de orden a su despliegue; si Roncaglia no se anima a pasar al ataque, alternando las subidas con Clemente Rodríguez, quien apareció como la única alternativa por los costados; si el técnico sigue demorando los cambios, aunque aparezca claro que el equipo necesita renovarse; si Insaurralde se limita a tirar una y otra vez pelotazos largos sin destino cada vez que recibe la pelota, a Boca se le va a hacer muy difícil. Y más si a Riquelme le cabe la confusión general.

A Román se lo había visto feliz en la pretemporada, entero, metiendo pases de gol, haciendo valer su categoría. Ayer jugó solo, atosigado por las marcas rivales, en una cancha de dimensiones reducidas y sin ayuda de sus compañeros. Pero además se mostró impreciso en los centros de sus tiros libres normalmente punzantes, entregó varias pelotas al pecho de los contrarios o a los laterales, y sólo se le anotaron un par de pases de gol, uno a Clemente Rodríguez en el primer tiempo y otro a Erviti en el segundo período. La jugada del primer tiempo pudo terminar en gol porque el lateral le dio fuerte y tras el rebote en Tombolini la cruzó para Cvitanich, quien falló en su intento de empujarla de derecha (¿no era mejor buscar el zurdazo?) debajo del arco de Olimpo. La otra jugada no terminó en nada.

Boca pudo conseguir los tres puntos en esa jugada o en una tijera de Viatri y, en caso de ganar, todo se justificaría por el lado de su mayor ambición. La victoria habría levantado los ánimos, pero no la calificación. Si Falcioni quiere que Boca sea protagonista, deberá hacer una sincera autocrítica. Y si los jugadores quieren ser protagonistas de este campeonato, deberán mejorar mucho. Muchísimo.


Estadio: Olimpo.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Cambios: 43m Scheffer (5) por Bareiro (O), 68m Colazo por Erviti (B), 69m Mouche por Cvitanich (B) y Litre por Rolle (O).

Incidencias: Ninguna.

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Riquelme hace la pausa para pisar la pelota ante la presión de Musto.
Imagen: Fotobaires
 
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