FúTBOL
Derechos para el gol
Ningunear a los que pagan
Por Diego Bonadeo
Que en las condiciones dadas –o provocadas o previsibles y no evitadas– no debiera haberse jugado, o por lo menos no debieran haberlo hecho Independiente y Racing, quizá sea la discusión central. La que no se da. Porque el debate se circunscribe a cuándo y dónde, dándose por descontado que el partido –este y todos– debe siempre jugarse.
Y en este contexto generalizado de rehenes de la miseria, la posibilidad de que haya fútbol en condiciones razonablemente incruentas aparece como rehén de quienes deciden sobre la seguridad. Y en medio de la inseguridad, sobre la que referirse sería obvio y casi obsceno, los impotentes con despachos y cargos hacen como que toman medidas. Pero ellos también son rehenes si la policía decide que no puede garantizar condiciones más o menos razonables, para que River, Boca, Vélez o cualquier cancha de la Capital sean escenarios para que se juegue lo que siempre debiera jugarse en Avellaneda.
Los “bonaerenses” dirán que los “federicos” les enchufaron el balurdo para que se hagan cargo de Lanús como “lugar de encuentro”. Pero no podrán los “bonaerenses” decir que los “federicos” son responsables de que dos días antes del partido, demasiado cerca de donde algunos de esos “bonaerenses” asesinaron a Kosteki y Santillán promediando 2002, la pelea por las consignas, las cargadas, los trapos, la merca o vaya a saber qué otra cosa más, haya hecho que cuarenta y ocho horas antes de que se encontraran los hermanos Milito con camisetas diferentes, se encontraran los “aguante, viejita”, como si poner huevos fuera discutir los límites de la avenida Mitre.
Cierta ingenuidad podrá imaginar que los inútiles que manejan las inseguridad pensaron en Mar del Plata como alternativa, sin tomar en cuenta la sangrienta jurisprudencia que la Argentina tiene en enfrentamientos de hinchadas en rutas del interior. Pero ningún distraído podrá aceptar que el clásico a televisarse en directo el domingo pudiera ser River-Chacarita y no Independiente-Racing, así se jugara en el Camp Nou o en la plaza Lorea.
La consigna era ningunear a quienes pagan el sobreprecio a los servidores de canales de cable para tener el codificado y meter todo lo que se pueda del partido en “Fútbol de primera” a las diez de la noche, a ver si todavía Jorge Lanata en la reprise de “Día D” les hace perder clientes y medición de audiencia.