FúTBOL › PERDIA 2 A 0 Y EMPATO 2 A 2 CON ARSENAL, EN LOS ULTIMOS MINUTOS
Boca rescató un punto, pero ya no es más banca
Tevez y Schiavi, los mismos que habían marcado contra América por la Copa, le dieron un agónico empate a Boca ante el modesto Arsenal que, con poquito, se había puesto 2 a 0 y acariciaba la hazaña de ganar en su primer partido en la Bombonera. El encuentro fue muy flojo en casi todo su desarrollo. Boca quedó detrás de River, a un punto.
› Por Facundo Martínez
Boca había hecho muy mal las cosas y perdía 2-0 en la Bombonera ante Arsenal, que se había puesto en ventaja con dos goles de Adrián Romero. Pero faltando poco menos de diez minutos apareció Carlos Tevez y descontó, y tres minutos más tarde Rolando Schiavi –que llevaba apenas unos segundos en la cancha– selló con un cabezazo el empate, que le permitió al conjunto de Carlos Bianchi rescatar un punto, valioso para lo que fue la muy floja actuación de Boca durante el desarrollo del encuentro.
La imagen desesperada del final –con el Flaco Schiavi parado como punta junto a Héctor Bracamonte y el resto del equipo metiendo centros altos, bajos, largos, cortos al medio del área– fue representativa de lo que Boca pretendía del partido: un milagro, una ayuda divina. Porque por las suyas, por su propio juego, por lo que había hecho durante los primeros ochenta minutos, una victoria era realmente improbable.
Boca sufrió más de la cuenta para quedarse con poco. Sufrió la levedad de Miguel Caneo, la desorientación de Javier Villarreal y Gustavo Pinto, la imprecisión de José María Calvo, la intermitencia de Ezequiel González, la mala pata zurda de César González y, principalmente, la falta de profundidad cuyo indicador fue la desmedida soledad de Bracamonte, quien aparecía fugazmente, siempre que Raúl Estévez –el mejorcito– desbordaba por la derecha para mandar el centro; que no siempre llegaba.
Con dos líneas de cuatro, Arsenal se paró atrás con la intención de aprovechar los errores del local. Los de Sarandí abrieron el marcador, a los 34, cuando tras un centro de Cristian Alvarez, Wilfredo Caballero le tapó un remate a Martín Andrizzi y la pelota le quedó a Romero para definir. Hasta ese momento, Boca había contado dos chances, más o menos claras. Una de César González: entró solo por la izquierda, remató ante la salida Alejandro Limia, pero su zurdazo se estrelló en el primer palo. Y un remate de Ezequiel González que pasó cerca del palo derecho del arquero.
El ingreso de Carlos Tevez por el Equi sirvió para cambiar la actitud de Boca pero no alcanzó para tapar los problemas que se habían manifestado en la primera mitad: falta de profundidad y de claridad para manejar la pelota. Cuando Romero puso el 2-0, a los 67, con un disparo de media vuelta luego de un rebote tras un saque lateral, y Arsenal palpitaba una victoria histórica, a Boca no le quedó otra que reaccionar; eso le pedían sus hinchas, cada vez más impacientes. Y eso pasó, quizás demasiado tarde. A los 83 minutos, apareció Tevez y descontó, después entró Schiavi, a los 85, y con un cabezazo empató el encuentro. Lo que siguió fue un poco patético: Schiavi de nueve, la lluvia de centros, el arrebato del que se despierta tarde, tiene mucho para hacer y nada de tiempo.
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